martes, 1 de abril de 2008

EL GIRO A LA IZQUIERDA QUE EL PSOE NECESITA

La derrota del PP del pasado 9-M, donde el PSOE obtuvo el apoyo de más de 11 millones de votos, confirma una vez más los deseos de las masas de seguir la lucha por el socialismo que se interpreta como mejores condiciones de vida y trabajo de las clases trabajadoras. Los intereses de la burguesía y el imperialismo, representada por el PP del que éste es su fiel defensor, no tiene nada que ver con el deseo de paz y de bienestar de los trabajadores y las masas más pobres. El PP, por boca de sus dirigentes, principalmente de Rajoy, ha demostrado el desprecio que siente por pueblos como el Catalán o el Vasco, así como el odio de clase que tiene a los trabajadores. Esto no es una casualidad sino que corresponde a su posición de defensa de la clase a la que pertenece que a su vez corresponde a los planes que les vienen impuesto por el Imperialismo de EEUU, para desarrollar sus políticas bélicas, que todavía sigue siendo apoyada por Aznar y la cúpula del PP, incluso cuando se ha demostrado que todas las excusas para la invasión de Iraq eran una mentira monstruosa y asesina.


Hemos entrado en un periodo de enormes turbulencias y cambios bruscos a escala planetaria. Bush está acabado y en el corto tiempo que le queda, está decidido a jugárselo todo a la carta de la violencia y la desestabilización de zonas en las que tienen intereses geoestratégicos, pagando a mercenarios que les hace el trabajo sucio, como es costumbre entre esos elementos defensores del capitalismo.


La burguesía española sigue siendo débil porque ha llegado tarde al reparto de la tarta de la revolución industrial. No está interesada en desarrollar las fuerzas productivas y los enormes beneficios que han obtenido en los últimos decenios los han invertido en comprar empresas ya creadas, sobre todo en Latinoamérica, extendiendo sus tentáculos como multinacionales, tanto a través de la Banca, como de las industrias eléctricas y comerciales petroleras. Todos esos enormes recursos que han invertido en el exterior son los puestos de trabajo no creados en el interior. Esta es una de las causas de la escasez de puestos de trabajo estables en la industria y en sectores claves.

En este contexto, las políticas del reformismo sin reformas aplicadas por el PSOE, que han sido más bien social-liberal, ni siquiera socialdemócrata, aunque progresistas, comparadas con los “decretazos” que nos tenían preparados los del PP, han sido incapaces de hacer cumplir al capitalismo su tarea principal, cual es la de invertir en puestos de trabajos sólidos las plusvalías arrancadas a la clase trabajadora durante tantos años de bonanzas, lo que expresa la bancarrota del liberalismo y el escaso margen de maniobras que le permite éste a la socialdemocracia bajo el férreo sistema de los capitales, dominados y asfixiado por el sector financiero que domina la situación en beneficio de los grandes complejos oligopolísticos.


Esta situación que es comprendida cada vez con más claridad por las masas, aumenta el rechazo de los trabajadores hacia el capitalismo explotador, hacia el reformismo inconsistente y hacia la burocracia del sistema, cuyos sectores corruptos están saqueando las arcas del Estado, para beneficios privados, cuando los recursos salen de los impuestos que de forma mayoritaria pagamos los trabajadores. El desprestigio que está alcanzando la aplicación lenta y a veces reaccionaria del aparato judicial, algunas de cuyas sentencias tienen tintes claros de connivencia con los poderes fácticos, asquea a muchos trabajadores y jóvenes que ven que la Justicia en el Estado no funciona adecuadamente para los pobres pero si para los ricos que se benefician de la situación. Queda demostrado una vez y otra que ser un “Ladrón de guante blanco” compensa con creces, pero ser un “vulgar ratero” cuesta bastante caro a los delincuentes.


Desde Izquierda Socialista de Málaga venimos planteando que existe un enorme potencial para que el partido acometa con valentía unas medidas totalmente urgentes y necesarias con el objetivo de mejorar todas esas deficiencias, pero tiene que contar con la movilización y el recurso de la lucha de masas si quiere romper con la camisa de fuerzas de la reacción y el aparato que la cobija. Ese enorme potencial de votos socialistas debe ser convertido en instrumento de la clase trabajadora a la cuál el PSOE se debe, para dar un impulso y un avance claro hacia el socialismo que el pueblo anhela y necesita. Si no se hace así, se empezará a cavar la fosa en la que de nuevo sucumbirá el partido, arrastrando a la derrota a los trabajadores en las próximas elecciones. La crisis está aquí y no puede esperarse que se resuelva sola ni tampoco con políticas liberales. Bajo el capitalismo no hay salida para resolver las cuestiones sociales y mucho menos cuando la crisis se ha desatado de forma virulenta.


Ese enorme potencial de votantes debe ser organizado, agrupado y movilizado en su caso, para luchar por el socialismo; para ello, las políticas de pactos y consensos con la burguesía deben ser rechazadas. No es posible avanzar hacia el socialismo con las manos atadas por la camisa de fuerza de un pacto con nuestros adversarios. El Partido tiene que organizar a las masas e incluso sacarlas a la calle pidiendo el apoyo de las medidas socialistas que se tomen y que, como hemos visto en la legislatura anterior, tendrán en frente a la reacción, ellos si, movilizados por la derecha y su ejército de las sotanas.
Las primeras medidas del partido tienen que ser una lucha firme y decidida contra la corrupción, el burocratismo, los despilfarros y los robos, tanto de las empresas privadas como de las Estatales. Para mantener los puestos de trabajo, el Estado debe garantizar que cuando una empresa presente suspensión de pagos o sea cogida en fraude, será entregada a los trabajadores para su cogestión, con apoyo estatal.


El Partido Socialista debe hacer una convocatoria para un plan socialista, pero no a la burguesía que representa a la Gran Patronal, como una vez y otra intenta, sino a los sindicatos, organizaciones campesinas, pequeños y medianos empresarios, organizaciones ciudadanas, de consumidores, juveniles, de la mujer, del ecologismo y demás partidos de izquierdas, con el objetivo de estudiar a fondo la lucha contra el saboteo, la corrupción y la degeneración y aplicar medidas de autogestión y control democrático, empezando por el sector público y las grandes empresas.


El PSOE podrá mantener el apoyo de masas e incluso incrementarlo si toma medidas socialistas de manera resuelta, si no se entrega a los planes de la burguesía, es decir, si afronta de manera urgente las tareas sociales que los votantes esperan y lo hace de forma contundente pidiendo el apoyo y la colaboración de la clase trabajadora.


Es imprescindible que se apliquen políticas realmente socialistas para neutralizar el avance de la reacción que está representada peligrosamente por el PP y sus aliados. La debilidad invita a la agresión. Si el gobierno no demuestra su fortaleza desde el primer momento, los ataques que vamos a sufrir del PP y su pandilla podrían ser peores que en la legislatura anterior.
La bancarrota del sector de la construcción e inmobiliario nos tiene que hacer anticiparnos a la crisis que se nos avecina. Algunos analistas han pronosticado que podríamos llegar a final de año con un millón de parados más. Ante la situación de emergencia que se puede presentar, el partido no debe dudar en preparar medidas de nacionalización de los recursos financieros, como la Banca y los Seguros, así como los latifundios y los principales grupos industriales claves de la economía, para ponerlos bajo control democrático de los trabajadores al servicio de un plan de choque para salir de la situación en líneas socialistas. Uno de los primeros sectores que va a requerir esta intervención firme será el de la Vivienda, que se está derrumbando materialmente; esa será la única forma de dar también solución al problema de la falta de hogar para cada ciudadano que necesita un techo, porque es inviable por el propio mercado liberal, dar salida a los 4 millones de viviendas vacías, mientras 3 millones necesitan urgente un techo, lo que es una contradicción que solamente en líneas socialistas podrá solucionarse.


Lo afiliados a nuestro partido, nuestros votantes, el pueblo en su conjunto, responderán con entusiasmo ante medidas claras para resolver los problemas sociales, si se explican adecuadamente, como ocurrió cuando se nacionalizó Rumasa. El error de entonces fue devolvérsela a los capitalistas, lo que muchos trabajadores vieron como una corrupción, cuestión muy criticada y todavía no aceptada por el pueblo.


Todas las tareas de socialización que se acometan deben ser realizadas de forma que se evite la corrupción, (que fue una de las causas de la derrota del Gobierno González) y el beneficio privado de unos pocos en detrimento de los intereses generales, por lo que es preciso no caer en el error de colocar esas riquezas y bienes bajo el usufructo de la burocracia ni de la burguesía, sino del pueblo en su conjunto, con democracia obrera, democracia socialista sana, para luchar contra los que se quieran aprovechar de la situación. Para ello es preciso avanzar hacia una genuina sociedad socialista, en completa libertad, basada en Consejos de Trabajadores, estudiantes, asociaciones vecinales, formados por representantes elegibles y revocables en todo momento, mediante las listas abiertas, que deben ser implantadas a todos los niveles.
Además, el PSOE debe abrir sus puertas, ventilar el partido con la democracia participativa, con listas abiertas, con debates permanentes, con rotación de cargos, donde los trabajadores podamos participar ofreciendo alternativas para resolver los problemas sociales; debemos luchar dentro del partido, exigiendo más democracia interna y más libertad de expresión, que son las dos reglas de oro de una democracia socialista sana; fomentar la libertad de corrientes de opinión, ampliándolas, practicando la democracia, es decir, luchar dentro del PSOE para que nos sirva como la herramienta que tiene que ser para llevar a cabo un programa auténticamente socialista.


La clase trabajadora, como dijo Pablo Iglesias, tiene que jugar un papel de protagonista activo en la construcción del socialismo. No se pude construir el verdadero socialismo de espaldas a los trabajadores ni mucho menos en su contra.
Desde Izquierda Socialista de Málaga, ya hemos propuesto en anteriores resoluciones, la necesidad de adelantar los Congresos, pero cambiando el modelo actual estatutario, con el objetivo de darle la voz directamente a las agrupaciones de base, modificando las elecciones de segundo y tercer grado que burocratizan las decisiones y eliminan la participación de la clase trabajadora en beneficio de la burocracia partidaria. Con la actual estructura del partido es imposible fomentar la participación democrática interna, que se ha visto impedida por trabas diversas, que han robustecido la burocratización.


Por tanto, como venimos planteando, defendemos la necesidad de un gobierno compuesto por el PSOE que busque alianzas y coaliciones con partidos de izquierdas, que fomenten la unidad con las fuerzas sindicales y sociales, renunciando a los pactos con la burguesía, Desde nuestro punto de vista, como ya hemos explicado en diversas ocasiones, dicho gobierno tendría que desarrollar un programa socialista similar al que sigue:
1) Lucha contra la inflación. Escala móvil precios-salarios, con subidas y revisiones cada 3 meses.

2) Salario mínimo de 1.000 euros.

3) Contra la eventualidad y la precariedad, fijo a los 15 días.

4) Para dar paso a la juventud, jubilación a los 60 años, con contratos de relevo.

5) Jornada laboral continua de 35 horas semanales sin reducción salarial.
6) Frente a la crisis económica, intervención del gobierno en la economía: que no se nacionalicen las empresas privadas con dinero público. Nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas poniendo en peligro miles de empleos.
7) Reestructuración de las Oficinas de empleo, eliminando los subsidios y ofreciendo un salario mínimo a todos para que trabajen con cargo a las empresas públicas.

8) Los capitalistas españoles no invierten: inversión en I+D, introducción de la robótica y nuevas tecnologías para garantizar los puestos de trabajo por parte del Estado.

9) Lucha firme contra la discriminación de la mujer, exigiendo el cumplimiento de igual salario por igual trabajo sin excepción.

10) Educación: Incorporación de los centros concertados a la Educación Pública, que será única, gratuita, laica, de calidad y científica, incrementando hasta un 7 % del PIB los presupuestos.

11) Sanidad: Incremento de los recursos para la Sanidad Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y mejorar la atención sanitaria global.

12) Plan de construcción de UN millón de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, para gestionarlas democráticamente. La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos.

13) Modificación de la Ley de Partidos, para hacerla completamente democrática, permitiendo la libre creación de cualquier partido excepto los fascistas. Garantía plena de todos los derechos, como el de reunión, expresión, asociación, libre sindicación para los cuerpos se seguridad del Estado y Ejército, con derecho de manifestación y de Huelga. Depuración de elementos reaccionarios del aparato del Estado, y democratización plena de las academias militares.

14) Por el derecho de Autodeterminación de las nacionalidades históricas.

15) Plenos derechos laborales como ciudadanos, para los inmigrantes, equiparándolos en todo al resto de los trabajadores, para lo que hay que Derogar la actual Ley de Extranjería introduciendo el mecanismo de asilo político.

16) Cumplimiento de los Derechos Humanos, no permitiendo ninguna discriminación por motivos de edad, sexo, raza, o cualquier otra condición.

17) Poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro privado, para lo que se procederá a Decretar la nacionalización de la banca, latifundios y los monopolios, indemnizando solamente a los pequeños accionistas necesitados, y poniendo estos recursos bajo control democrático de los trabajadores, para evitar la corrupción y los despilfarros. De esta forma se podría planificar científicamente la producción poniendo la economía al servicio de la sociedad en su conjunto, cumpliendo la aspiración del programa inicial del PSOE, que es “la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes”, como defendían los fundadores del PSOE y de la UGT. encabezados por Pablo Iglesias y como seguimos defendiendo muchos trabajadores, entre ellos los adheridos a la corriente “Izquierda socialista de Málaga”, a la que te pedimos que te unas. Porque votar solamente no basta; es preciso continuar sin descanso la lucha por el verdadero socialismo, en auténtica libertad y democracia.
COORDINADORA PROVINCIAL DE MÁLAGA.
IZQUIERDA SOCIALISTA DEL PSOE-A.

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