martes, 20 de mayo de 2008

CONGRESO DEL PSOE. Enmienda de sustitución al apartado I: globalización económica, nuevo modelo productivo y estado dinamizador

EL GIRO A LA IZQUIERDA QUE EL PSOE NECESITA. La crisis económica y la globalización financiera. La economía se está ralentizando y hemos visto caídas impresionantes de las bolsas en todo el mundo que niegan las declaraciones optimistas de los que dicen que aquí no pasa nada. De hecho, estas caídas bursátiles reflejan que la economía motor del planeta en los últimos años, la economía norteamericana, está entrando en recesión, lo que empujará a su vez hacia abajo a la economía mundial.

La crisis es mundial: Japón se encamina también hacia la recesión, en la UE el crecimiento se ha estancado. Incluso los países que han protagonizado el “milagro asiático, como India y China se enfrentan en estas circunstancias a un retroceso de las exportaciones y, por tanto, de sus economías.

En el estado español el boom de la construcción, que ha tirado de la economía española en los últimos años, estaba ya agotándose antes de los problemas en los EEUU. En Málaga lo sabemos muy bien: los trabajadores de la construcción hemos visto progresivamente como caía el trabajo. Ya muchos miles de trabajadores malagueños están en paro y ya sólo en porcentaje de paro nos supera Cádiz a nivel regional.

El Paro registrado a nivel estatal aumentó en el último trimestre de 2007 en 135.000 personas, y a éstos se sumaron en el mes de enero otros 132.000 más, lo que indica que está habiendo una aceleración brusca en la destrucción de empleo que afecta ya no sólo a la construcción sino también a la industria y servicios. Todos los analistas indican que los próximos trimestres serán peores. La cosa se pone difícil.

Ahora que se viene encima la crisis económica los grandes capitalistas nos querrán imponer a los trabajadores su estrategia de ataques a los derechos del movimiento obrero: subidas de la factura de la luz, del agua, del teléfono, de las hipotecas y demás gastos; para seguir llenándose los bolsillos de las cien familias más ricas, que no han sido elegidas por nadie pero acaparan las cotas más elevadas del conjunto del poder en la banca, empresas y por supuesto los medios de comunicación.

Incluso desde un punto de vista de defensa del capitalismo, es una enorme sinrazón haber dedicado centenares de miles de millones de euros a enterrarlos en propiedades inmobiliarias, en vez de orientarlos a actividades productivas, a industria y tecnología generadoras de empleo, que sirvieran para replicar el capital invertido. No se ha producido esto. Lo que tenemos supone una condena para el capitalismo español: una generación atada a deudas durante décadas (por tanto incapacitada en gran medida para el consumo a medio y largo plazo), unos bancos y cajas de ahorro cuya solvencia vamos a ver en entredicho en los próximos años cuando se profundice la caída del ciclo económico, junto con todo tipo de desgracias, penurias y padecimientos que van a vivir nuestra gente en los pueblos y barrios obreros.

Pero esto no sólo ocurre en el estado español. Si miramos a nivel internacional vemos procesos similares en otros países europeos o los Estados Unidos. Ocurre que desde hace décadas es el capital financiero (el más parásito y especulativo) quien tiene más poder e influencia, orientando y determinando en última instancia la política económica de continentes enteros. Los miembros del Banco central europeo (BCE) ¿Quién los puso allí? ¿En qué elecciones resultaron elegidos? ¿Por qué no son responsables directos ante los gobiernos? La crisis económica que se avecina va a ser, desgraciadamente, una plasmación lamentabilísima de la enorme sinrazón que rige el actual sistema económico en que vivimos, basada en el ciego poder del mercado.

Creemos que es un error tremendo el que haya una tendencia muy grande en la dirección del partido a echarse en brazos de políticos que no vienen de la tradición socialista, sino del capital bancario (como Solbes y Sebastián) y que están imponiendo ideas liberales ajenas a los intereses del movimiento obrero ¿Cómo puede ser que se salve a las grandes inmobiliarias y constructoras que se han hecho de oro en los últimos años? ¿Cómo pudo ser que se sostuviera seriamente debates dentro del gobierno donde se pensaba destinar a la inversión en Bolsa una parte del Fondo de pensiones?

Las condiciones de vida reales de los trabajadores

En este contexto, las políticas aplicadas por el PSOE que, como algunos destacados militantes han defendido en los días previos al 9 de marzo, ha renunciado bastante al ideario socialdemócrata básico (acercándose bastante al mero liberalismo económico), no acaba lógicamente de convencer plenamente a nuestra base social.

La escalada real de precios de los productos de consumo básicos está alcanzando niveles que no conocíamos desde principios de los 80, produciendo una inflación galopante que perjudica fundamentalmente a la clase trabajadora. Esta escandalosa subida del coste de la vida no se corresponde con las cifras oficiales del IPC, un 4,30%. Claro que ni el tabaco ni la vivienda computan en la estadística del IPC, pero sí algunos productos de lujo. No, decididamente el IPC oficial no refleja la realidad que sufren las familias para llegar a fin de mes.

Mientras, tan sólo el Banco Santander anunció beneficios en el 2007 por más de 9.000 millones de euros y las 35 empresas que cotizan en la Bolsa de Madrid, el IBEX, ganaron en los primeros nueve meses del año pasado 37.019 millones € netos, lo que es un aumento del 28% respecto al mismo periodo de 2006 ¿A cuántos trabajadores les subieron el año pasado el sueldo un 28%? ¿Nos subió un 20% a alguno el salario… Acaso un 10%? De hecho, según el Ministerio de Hacienda, el 58% de los asalariados cobramos menos de 1.100 euros al mes. Con estos sueldos, francamente es difícil llegar a fin de mes.

Lo que sí subieron para las familias trabajadoras fueron las deudas. Así, el Banco de España reconoció que la deuda de las familias españolas ha crecido hasta superar su renta total en 2007. Hay que recordar que la mayor parte de estas deudas están relacionadas con los créditos que se vieron obligados a solicitar muchas parejas jóvenes y familias trabajadoras para tener acceso a lo que es un derecho básico como el acceder a una vivienda. Ante la falta de alquiler, y la especulación inmobiliaria consentida por los poderes públicos, los pisos han subido más de un 200% en la última década. Muchos jóvenes están endeudados por 30-35- 40 años y más incluso. En eso va a consistir su vida: en pagar una letra.

Escepticismo e insatisfacción entre los trabajadores

El PSOE, el partido más inmensamente votado por los trabajadores, debemos aglutinar a nuestra base social y electoral para dejarles en claro que somos los campeones a la hora de solucionar sus problemas.

Hay que reconocer que existe escepticismo entre sectores generalizados amplios de trabajadores de tradición socialista y muchos de nuestra base electoral.

En la campaña electoral se repitió hasta la saciedad que el gobierno anterior era el único en los últimos 30 años que había tenido superávit todos los años (más de 50.000 millones de euros acumulados en 4 años); que la economía creció como nunca; nunca hubo un crecimiento tan alto de los afiliados a la Seguridad Social… También es cierto que los empresarios nunca ganaron tanto dinero como hasta ahora.

¿Y las condiciones laborales? ¿Mejoraron en esa proporción? ¿Y las deudas, decrecieron? El gobierno subió el salario mínimo hasta los 600 euros, lo cual es positivo, pero ¿Quién puede buscarse la vida con 600 euros en Madrid o Málaga?

Cuando ahora se ha anunciado que el gobierno va a comprarles pisos de renta libre a las constructoras e inmobiliarias para pasarlos a VPO muchos trabajadores piensan “¿Y qué pasa con mi deuda?”. Desde el PSOE tenemos que reconocer que en la última década ha habido una enorme especulación inmobiliaria que ha hecho subir artificialmente el valor de las propiedades inmobiliarias. Tenemos que reconocer que los poderes públicos han fallado a la hora de paralizar este proceso.

El compañero Zapatero dijo en la noche electoral que “iba a gobernar para los más débiles”. Realmente, el cambio prometido por nuestro gobierno no ha sido percibido en la vida cotidiana por la inmensa mayoría en aspectos tan importantes como: educación, vivienda, sanidad, condiciones de trabajo…

La bancarrota del sector de la construcción e inmobiliario nos tiene que hacer anticiparnos a la crisis que se nos avecina. Algunos analistas han pronosticado que podríamos llegar a final de año con un millón de parados más. Ante la situación de emergencia que se puede presentar, el partido no debe dudar en preparar medidas de nacionalización de los recursos financieros, como la Banca y los Seguros, así como los latifundios y los principales grupos industriales claves de la economía, para ponerlos bajo control democrático de los trabajadores al servicio de un plan de choque para salir de la situación en líneas socialistas. Uno de los primeros sectores que va a requerir esta intervención firme será el de la Vivienda, que se está derrumbando materialmente; esa será la única forma de dar también solución al problema de la falta de hogar para cada ciudadano que necesita un techo, porque es inviable por el propio mercado liberal, dar salida a los 4 millones de viviendas vacías, mientras 3 millones necesitan urgente un techo, lo que es una contradicción que solamente en líneas socialistas podrá solucionarse.

Lo afiliados a nuestro partido, nuestros votantes, el pueblo en su conjunto, responderán con entusiasmo ante medidas claras para resolver los problemas sociales, si se explican adecuadamente, como ocurrió cuando se nacionalizó Rumasa. El error de entonces fue devolvérsela a los capitalistas por cuatro duros, lo que muchos trabajadores vieron como una corrupción, cuestión muy criticada y todavía no aceptada por el pueblo.

Todas las tareas de socialización que se acometan deben ser realizadas de forma que se evite la corrupción, (que fue una de las causas de la derrota del Gobierno González) y el beneficio privado de unos pocos en detrimento de los intereses generales, por lo que es preciso no caer en el error de colocar esas riquezas y bienes bajo el usufructo de la burocracia ni de la burguesía, sino del pueblo en su conjunto. Para ello es preciso avanzar hacia una genuina sociedad socialista, en completa libertad, basada en representantes del gobierno, elegibles y revocables en todo momento, mediante las listas abiertas, que deben ser implantadas a todos los niveles.

Las ayudas que el gobierno ha ofrecido en educación, vivienda, el cheque-bebé…, son percibidas por la inmensa mayoría como eso, ayudas, que afectan a tal o cual colectivo particular y que aligeran un poco las tremendas cargas y costes que soportamos los trabajadores…, pero que no solucionan de manera efectiva los problemas decisivos que padecemos la inmensa mayoría de manera clara. Por ello seguimos planteando que hay que dejar en claro que el próximo gobierno se tiene que basar en los apoyos parlamentarios provenientes de la izquierda (sumando todos los escaños de izquierdas, en el Parlamento tiene mayoría absoluta la izquierda), buscando la unidad con los demás partidos y fuerzas sindicales y sociales de la izquierda, (renunciando por tanto a cualquier tipo de pactos con la Derecha). Desde nuestro punto de vista, dicho gobierno tendría que desarrollar un programa socialista en línea con el que sigue:

1) Lucha contra la inflación. Escala móvil precios-salarios, con subidas y revisiones cada 3 meses.
2) Salario mínimo de 1.200 euros ya. Con menos no se puede vivir.
3) Contra la eventualidad y la precariedad, fijo a los 15 días.
4) Para dar paso a la juventud, jubilación a los 60 años, con contratos de relevo.
5) Jornada laboral continua de 35 horas semanales sin reducción salarial.
6) Frente a la crisis económica, intervención del gobierno en la economía: que no se cubran las pérdidas de las empresas privadas con dinero público. Nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas poniendo en peligro miles de empleos.
7) Reestructuración de las Oficinas de empleo, eliminando los subsidios y ofreciendo un trabajo en base a la creación de empresas públicas.
Los capitalistas españoles no invierten: inversión por parte del Estado en I+D, introducción de la robótica y nuevas tecnologías para garantizar los puestos de trabajo.
9) Lucha firme contra la discriminación de la mujer, exigiendo el cumplimiento de “a igual salario, igual trabajo”, sin excepción.
10) Educación: Incorporación de los centros concertados a la Educación Pública, que será única, gratuita, laica, de calidad y científica, incrementando hasta un 7 % del PIB los presupuestos.
11) Sanidad: Incremento de los recursos para la Sanidad Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y mejorar la atención sanitaria global.
12) Plan de construcción de UN MILLÓN de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, fuertemente endeudadas, para gestionarlas democráticamente. La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos.
13) Modificación de la Ley de Partidos para hacerla completamente democrática, permitiendo la libre creación de cualquier partido excepto los fascistas. Prohibición de las manifestaciones xenófobas. Garantía plena de todos los derechos, como el de reunión, expresión, asociación, libre sindicación para los cuerpos se seguridad del Estado y Ejército, con derecho de manifestación y de Huelga. Depuración de elementos reaccionarios del aparato del Estado, y democratización plena de las academias militares.
14) Por el derecho de Autodeterminación de las nacionalidades históricas.
15) Plenos derechos laborales como ciudadanos, para los inmigrantes, para lo que hay que derogar la actual Ley de Extranjería, introduciendo también cambios que favorezcan el asilo político.
16) Poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro de una minoría. Para lo que se decretará la nacionalización de la banca, latifundios y los monopolios, indemnizando a los pequeños accionistas necesitados, y poniendo estos recursos bajo control de los trabajadores, para evitar la corrupción y los despilfarros. Así se planificaría democrática y científicamente la producción poniendo la economía al servicio de la sociedad, cumpliendo la aspiración del programa inicial del PSOE, que es “la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes”, como defendían Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y UGT.

(PRESENTADA POR IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA)

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