viernes, 14 de diciembre de 2007

PROPUESTA DE IS DE MALAGA SOBRE LA "INMIGRACIÓN"

MOCIÓN DE URGENCIA SOBRE “LA INMIGRACIÓN” QUE PRESENTA IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA A LA CONFERENCIA DE SEVILLA DE ENERO 2008.
De ser un país históricamente de emigrantes, el Estado Español ha pasado a ser uno de los que recibe más inmigración. Entre septiembre de 2006 y septiembre de 2007, el número de personas que han legalizado su situación en España es de 946.679 inmigrantes. “En tan sólo un año, el colectivo legal se ha elevado un 33,8 %, lo que sitúa el número total de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor en 3.740.956 personas, según las últimas estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo.” (Fuente: Canarias7.es del 6-11-07).
En los primeros siete días de diciembre, 517 personas han alcanzado las costas españolas, la mayoría de ellos por Canarias. Más de 17.500 inmigrantes africanos han llegado a bordo de cayucos y pateras, jugándose la vida. ¿Cuántos miles de inmigrantes podrían haberse ahogado en los últimos tiempos ya que se especula que una de cada tres pateras no llega a su destino?Algunos estudios dicen que la población extranjera en España superó los cuatro millones de personas el pasado mes de Julio, lo que representa un 9 % del total de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas. Esto quiere decir que se ha multiplicado por más de 15 la población extranjera que trabaja aquí, desde 1991, cuando el número de inmigrantes era de 350.000.Pese al endurecimiento por el PP en la legislatura anterior, de las leyes de extranjería y a la campaña pública atroz que desató contra la inmigración la gente se jugaba la vida en pateras para buscarse el sustento en Europa, de la que es puerta principal la frontera Sur de Canarias, Ceuta, Melilla, Cádiz, Málaga, Granada y Almería. Igual lo siguen haciendo bajo el gobierno del PSOE. La política de criminalización de estos trabajadores y quererlos hacer responsables de la inseguridad ciudadana adquiere unos tintes xenófobos que tenemos que combatir. También hay que combatir, por otra parte, que se siga permitiendo a algunos empresarios aprovecharse de la mano de obra sin papeles con la que obtienen jugosos beneficios.La prueba más clara la podemos ver en el Poniente Almeriense, donde seguimos observando casos de injusticias crónicas en la recogida de cosechas del campo en Andalucía, donde se trata a los inmigrantes peor que al ganado. Lo que se ha dado en llamar “la Huerta de Europa”, la zona de mayor producción de hortalizas del mundo, ha enriquecido a algunos agricultores, pero sobre todo los que se han puesto las botas han sido los grandes distribuidores-intermediarios y sobre todo los bancos que aumentan año tras año sus beneficios de forma escandalosa.Podemos observar que en el pueblo de El Ejido (Almería) hay más bancos que bares y toda esa riqueza acumulada es gracias al sudor de los inmigrantes y demás trabajadores, que representa una explotación salvaje donde parece que los responsables de atajar este denigrante problema de falta de atención en los niveles de vida digna miran para otra parte.La mano de obra barata de los inmigrantes está en el punto de mira de los empresarios; en este sector de la clase obrera, los empresarios han encontrado un auténtico filón para ser utilizados como mano de obra barata y sin derechos ejerciendo un grado de explotación sin piedad. Esas personas que llegan de otros países, vienen al Estado español huyendo de la pobreza que les invade y en busca de un futuro mejor, pero muchos de ellos son engañados por mafias, que les atrapan con préstamos de usura que los retienen de por vida en sus garras y luego se convierten en carne de cañón para la insaciable voracidad de los capitalistas.Tanto los que tienen sus papeles en regla como los que no, son explotados despiadadamente y las condiciones de trabajo de muchos de ellos recuerdan las existentes en situaciones de esclavitud salvaje, e incluso a veces, peor, pues el esclavo era al menos alimentado por el esclavista para que le diera buen rendimiento en su trabajo.No solamente son despojados de sus derechos laborales sino que hay que unir a la precariedad y eventualidad de esos trabajos, las condiciones de infra-vivienda que sufren muchísimos trabajadores inmigrantes.
Los trabajadores que somos militantes de Izquierda Socialista-PSOE tenemos que hacer trabajo sindical en nuestros sindicatos de clase y colaborar, como algunos lo venimos haciendo, con asociaciones de inmigrantes y volver a estar constantemente en los tajos, denunciando las pésimas condiciones laborales, demostrando a los trabajadores más indefensos que el sindicato es un instrumento para defender sus derechos y explicando con las palabras y los hechos, que sólo con la lucha y la organización es posible defenderse de los abusos de los patrones.La democracia participativa de los trabajadores, tiene que llegar al seno de las empresas, donde existe una despiadada dictadura del gran capital, que es administrada por muchos patronos explotadores con actividades antisindicales que impiden incluso la sindicalización; esta es la forma de conseguir que el miedo que muchos trabajadores tienen a perder su puesto de trabajo vaya desapareciendo y se apunte al verdadero responsable que son los empresarios y el sistema capitalista y no nuestros compañeros de clase que inmigran de otros países a buscarse el sustento, como los españoles lo hicimos en el pasado. La mejor manera de que la indefensión que hoy tienen muchos obreros, tanto nativos como inmigrantes, sea anulada es tener unos sindicatos combativos dispuestos a dar la batalla en cada centro de trabajo, apoyados por los partidos de Izquierdas, como el PSOE, IU y otros, que tendremos que poner por delante la defensa a ultranza de los derechos de los trabajadores y no actuar introduciendo ideas ajenas en la cabeza de los trabajadores y facilitando la labor de zapa de los empresarios que sería como abrirle el paso a la derecha del PP. La derecha del PP y los reaccionarios y grupúsculos nazi-fascistas que pululan impunemente, claman constantemente contra la supuesta invasión que estamos sufriendo y exigen continuamente un endurecimiento de la política de inmigración y un mayor control de las fronteras y a veces, se toman la justicia por su mano, persiguiendo, apaleando e incluso asesinando a los inmigrantes, como ya ha ocurrido en varias ocasiones.Por otra parte también millones de jóvenes, nativos y extranjeros, tienen un contrato temporal en precario, pues el 68% de los cerca de seis millones de trabajadores menores de 30 años, según datos de los sindicatos, cobran entre un 20 y un 30% menos que los más veteranos por jornadas laborales inacabables con ritmos infernales; condiciones laborales que son la base para las escandalosas cifras de “accidentes” laborales que se registran en este país.Ni los propios nativos, por su condición de españoles no impide que sean “trabajadores explotados, de segunda”, ni tampoco que sean “mano de obra barata y masiva” que hace que “el beneficio empresarial se dispare”, lo que desmonta el móvil xenófobo que nos plantean los ultra-conservadores, sino que toda esta problemática es propia del sistema de explotación capitalista que antepone el beneficio empresarial al derecho de la persona.Como queda demostrado por la experiencia, no podrá evitarse que esos trabajadores inmigrantes sigan intentando venir a buscar una vida mejor a Europa, porque son los capitalistas imperialistas los que mantienen a esos países empobrecidos, al saquearles sus materias primas y sus riquezas. Existen fórmulas para combatir y luchar en contra de que los trabajadores, tanto españoles como inmigrantes, continúen sobre explotados por los empresarios. Con la acción sindical fuerte y contundente, con un sindicalismo de lucha, democrático, de combate, participativo y que busque la participación, la unidad y la movilización de la clase trabajadora en su conjunto, sí es posible avanzar. Para ello, los cuadros sindicales deben ser orientados en su trabajo a organizar y encuadrar a todo trabajador, independientemente de su nacionalidad, en la defensa firme de las condiciones de trabajo para que sean dignas. Los sindicatos y los partidos de izquierdas debemos practicar una “solidaridad activa” entre la clase trabajadora, seamos nativos o inmigrantes.Por otra parte, tampoco podemos tolerar por más tiempo lo que vemos. Existe un enorme hacinamiento en miles de familias inmigrantes que sirven de carne de cañón a especuladores y propietarios de viviendas que aumentan descaradamente los alquileres. Al mismo tiempo, en las grandes ciudades dónde se concentra la inmigración no se han mejorado suficientemente en número ni calidad las infraestructuras sociales, educativas y sanitarias, empeorando de esta manera las condiciones del conjunto de la clase trabajadora asalariada.Con la llegada del PSOE al gobierno, la situación de los trabajadores inmigrantes parecía que iba a cambiar. Se dieron pasos positivos en la legalización de cientos de miles a los que se le dieron los papeles para poder trabajar conforme a Ley. Hubo en realidad una leve mejora, más bien formal que real, incluso, en municipios gobernados por el PSOE hay diferencia en el trato y en la atención, como explicaba en la Conferencia de Granada, el representante del colectivo de inmigrantes del Senegal. Pero, en el fondo, parece como si las medidas de regularización de los trabajadores “ilegales”, han tenido más que ver con la necesidad de aumentar las arcas de Hacienda y el pago a la seguridad social que antes era objeto de fraude masivo por parte de los empresarios. ¿Cuántos empresarios han ido a la cárcel por explotar ilegalmente a sus asalariados? Hubo críticas amargas sobre la posición del gobierno de Rodríguez Zapatero respecto a la represión y expulsión de los inmigrantes subsaharianos. El miedo de los inmigrantes a volver a sus países es brutal, dado que en la mayoría de esos países existen dictaduras, o se mueren materialmente de hambre debido al paro y a la pobreza.La defensa de los Derechos Humanos bien entendida, debe empezar por los de la persona. Todos tenemos derecho a la vida, por lo que no se puede mirar hacia otro lado cuando estos derechos se pisotean impunemente. Una cosa está muy clara: el fenómeno de la inmigración y el abuso empresarial no se detendrá con las medidas legales actuales.Desde Izquierda Socialista, como internacionalistas que nos llamamos, defendemos que ningún trabajador es ilegal. Los trabajadores “ilegales” son utilizados como mano de obra semiesclava por parte de la patronal, y manejados como ariete para hacer caer los salarios del resto de los trabajadores, sobre todo en el sector agrario. Por tanto todos los trabajadores inmigrantes, que son explotados en nuestro país igual que los trabajadores nativos, deben ser regularizados sin excusas y disfrutar de los mismos derechos ciudadanos que el resto de la clase obrera.La posición del Gobierno PSOE y la de los dirigentes sindicales no está respondiendo a las necesidades de los trabajadores inmigrantes. Los reformistas ya no hacen reformas y en lugar de proteger a los inmigrantes de las garras de las mafias (muchas son empresas importantes del país de origen o del receptor), organizándolos en las filas de los sindicatos y luchando por sus derechos, consienten y apoyan las actuales leyes de inmigración, que tendría que ser modificada con urgencia de manera más justa y favorable para los trabajadores inmigrantes. Es necesario que los sindicalistas con conciencia de clase y el conjunto del movimiento obrero impongamos un cambio drástico en la política de las organizaciones sindicales respecto a nuestros hermanos de clase inmigrantes. Esta tarea tiene que ser apoyada por los partidos de la izquierda con acciones, resoluciones y mociones, a la vez que con manifestaciones cuando haga falta. Los cuatro millones y pico de inmigrantes junto al resto de trabajadores formamos la misma clase obrera en los tajos, fábricas y centros de trabajo, y unidos suponemos una fuerza poderosa para enfrentarnos a los ataques de la patronal y de la burguesía.Para mejorar las condiciones y erradicar esa discriminación contra los trabajadores inmigrantes, IZQUIERDA SOCIALISTA-PSOE, propone al Gobierno que se tomen las siguientes medidas:1) Derogación de la Ley de Extranjería.2) Plenos derechos laborales y ciudadanos para los inmigrantes.3) Restablecimiento de la ley de asilo político.4) Fin a los centros de internamiento y a las expulsiones del país por carecer de papeles.5) Derecho al reagrupamiento de las familias.6) Equipamientos sociales, culturales y deportivos públicos para disfrute de la población al que tengan acceso todos los inmigrantes.7) Medios materiales suficientes para que las diferentes comunidades puedan mantener sus tradiciones culturales y lingüísticas.COORDINADORA PROVINCIAL DE MÁLAGA.IZQUIERDA SOCIALISTA - PSOE DE ANDALUCÍA.

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