De nuevo el PSPV abre su período congresual para "adaptarse a la sociedad". Pero dicho adaptarse siempre se soluciona con la palabra mágica: el Centro político. Ahora bien, cuando se busca el centro se suelen perder los orígenes: el socialismo y el programa de izquierdas.
El País Valenciano (perdónenme, pero una sociedad con lengua y territorio es un país)es una sociedad y como tal tiene clases sociales y conflicto. No hay que tener miedo a los conceptos. La derecha prefiere hablar de comunidades para terminar negando el idioma y hablar el castellano. Si hablamos de "centro político" haremos políticas económicas que van contra los trabajadores. O es que ya no creemos que la sociedad del País Valenciano tiene trabajadores.
La derecha y la patronal económica ya está pidiendo que se cumpla la "directiva de la vergüenza", quieren completa libertad para las ETT. Esto sgnifica "liberalizar" todavía más el mercado de trabajo y flexibilizar sin seguridad.
Un congreso donde ya se nos presentan cuatro precandidatos (pues no lo será hasta que tengan los avales de los delegados). Ya dos se han inclinado por la política centrista que se propugna desde la ponencia. Por un lado los "lermistas", por otro los "municipalistas".Sin embargo, ninguno de los dos hablan de democratizar el partido. Estoy de acuerdo con que existan precandidatos; estoy de acuerdo con se voten. Ahora bien, por qué sólo los han de votar los delegados cuando sabemos que cada delegado suele ir ya perteneciendo a una "familia". LA VERDADERA DEMOCRACIA RESIDE EN TODOS LOS MILITANTES.
Por último ninguno de estos dos candidatos ha propuesto un programa político, tan solo los municipalistas hablan de que los municipios tengan más poder, lo cual es correcto, pero la política no sólo se reduce a esto. Además existe políticas sociales que se pueden llevar a los municipios y exigir más financiación para llevar ese tipo de políticas y no otras.
Hay que abrir el debate en las bases y salir del Partido a los barrios, a los dindicatos y los distintos movimientos sociales....Ese es nuestro electorado y sólo haciendo dicha política la PEQUEÑA BURGUESÍA (no hay tener miedo a utilizar conceptos históricos que si tienen significado y no otros conceptos "confusos" que sólo esconde un giro a la derecha) puede votarnos, si no se irá a la derecha como se ha ido tantas veces que la socialdemocracia no hizo la política de izquierdas.
sábado, 26 de julio de 2008
martes, 8 de julio de 2008
NO AL PACTO SOCIAL
y los capitalistas exigen más contundencia contra los trabajadores
El recorte de la oferta pública de empleo en un 70% el próximo año, la privatización de la AENA (organismo que gestiona los aeropuertos), la segregación de Renfe del transporte de mercancías (también para privatizarse), las ayudas a las multinacionales del automóvil con nuevo plan Renove y un plan de mejora de la financiación de las empresas, están entre las medidas de más calado del "paquete" contra la crisis que el gobierno anunció a finales de junio y que ha contado con el respaldo entusiasta y unánime del mundo patronal. Estas decisiones, junto a la actitud policial y despectiva hacia la lucha de los camioneros autónomos, atrapados entre la caída de la actividad económica y la subida de los precios de la gasolina, está poniendo en evidencia el carácter antiobrero de la política económica del gobierno, que antes aparecía más eclipsada por el crecimiento económico y la dura oposición del PP. Zapatero está tratando de evitar el desgaste político diciendo que, a pesar de la crisis, no se van a tocar las prestaciones sociales. Pero más allá de las palabras, la dinámica real es que ante la inflación desbocada que se come los salarios (según datos del propio Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en un año la leche ha subido un 22,4%, el pan de molde el 13%, la mantequilla y el arroz el 12%, el pollo, los huevos y los yogures el 11%), el crecimiento del desempleo y la subida de las hipotecas que está asfixiando la economía de muchas familias trabajadoras el gobierno toma medidas que, fundamentalmente, favorecen a los capitalistas, como las rebajas de impuestos, las privatizaciones y los ya anunciados recortes presupuestarios. A pesar de todo, la burguesía exige más del gobierno, y con más rapidez.
Campaña contra
los salarios
A la par que los síntomas de recesión económica de la economía española se hacen más evidentes -y los datos que empujan a esta perspectiva se suceden con una tremenda velocidad- se extiende una campaña cada vez más persistente por parte de la burguesía, consistente en culpabilizar a los trabajadores de la crisis, atacando con peculiar énfasis las cláusulas de revisión salarial y otras "rigideces del mercado laboral". Es el mundo al revés, en el que las víctimas son las culpables. En la vanguardia de esta ofensiva está Miguel Ángel Ordóñez, gobernador del Banco de España, cuyas "propuestas" se presentan con la debida aureola de autoridad que le confiere su posición "neutral" como jefe del "órgano regulador". No se anda con remilgos: "El Banco de España cree que es ‘apremiante' contener los salarios a corto plazo (...)". "La persistencia de la inflación en España es mayor que en el resto del área euro debido a la rigidez de precios y salarios". "El Banco de España destaca la necesidad de favorecer la flexibilidad laboral más allá de la que se deriva de la temporalidad (...)" (La Vanguardia, 17-06-2008).
De un modo muy poco subliminal el Sr. Ordónez chantajea a los trabajadores, que sólo podrían optar entre perder poder adquisitivo por la buenas (aceptando sus medidas) o por las malas, acabando en el paro y reincorporándose después al trabajo con un salario inferior: "Una vez que los desequilibrios han adquirido un cierto nivel, este ajuste va a hacerse con unos costes enormes si no se toman medidas, pero debemos tratar que no sea vía empleo, echando a la gente, y luego contratándola a precios más bajos" (Efe, 24-06-08). ¡Como piensa el Sr. gobernador en "la gente"! Respecto a las pensiones, aboga por "cotizar más años para recibir la misma pensión y completar la aportación pública con ahorro privado" (El País, 18-06-08), es decir, trabajar hasta morir y privatizar el sistema de pensiones.
Los representantes de la burguesía saben muy bien las recetas que les conviene en tiempos de crisis y lo argumentan con toda claridad. Un editorial de Cinco Días (18-06-2008), titulado significativamente "Ordóñez marca la hoja de ruta", acababa de la siguiente manera: "Las empresas están, ante la caída de la demanda, cercadas por la tripe espiral de costes: financiero, energético y laboral". Como los dos primeros factores dependen de factores externos difícilmente controlables la conclusión es evidente: "Sólo el control del coste laboral puede compensar el daño del resto para conservar el empleo y la competitividad de la empresa (...)", léase, para conservar sus beneficios. Se puede hablar más alto, pero no más claro.
Sin variar el contenido ni la claridad de las exigencias empresariales, algunos estrategas del capital añaden una dosis increíble de hipocresía y llegan a hablar, literalmente, en nombre "de los intereses generales de la clase obrera". Es el caso de Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), en un artículo titulado "La mejora de la productividad requiere reformas" (El País, 22 de junio). Según este texto, para nuestro propio bien, debemos entender que "el indicador que apunta con más gravedad a problemas estructurales es el de los costes laborales (...)". Así que "mantener el poder adquisitivo de los salarios al margen de la productividad (...) nos está provocando una pérdida importante de competitividad que (...) de no remediarse, se traducirá en una grave reducción del potencial de crecimiento a medio y largo plazo".
En resumidas cuentas, como hemos podido leer en los diáfanos párrafos anteriores, la lucha por mantener el poder adquisitivo de los salarios así como las conquistas laborales y sociales de los trabajadores (denominadas "rigideces", en lenguaje "neutral") son culpables ni más ni menos que de la inflación, de la falta de competitividad, del desempleo y de la prolongación y profundidad de la crisis. Sólo hay una receta salvadora: que nos tiremos al precipicio por voluntad propia. Éste es el mensaje de la burguesía: vais a pagar el pato de la crisis de todas maneras, pero si lo aceptáis pasivamente, sin lucha, todo será más fácil para "la sociedad" y para "la economía".
Desequilibrio social
y político
Y aquí enlazamos con un aspecto central de la situación política actual. Efectivamente, desde el punto de vista de los capitalistas, la única manera de hacer frente a los tremendos desequilibrios acumulados en la economía, derivados del carácter depredador y caótico del capitalismo, es atacando a los trabajadores. Es la lógica implacable del sistema capitalista. Sin embargo, el "reequilibrio" en lo económico que persiguen con sus "propuestas" es una receta acabada para un brutal incremento del desequilibrio en el terreno social y político, es decir, para un escenario de conflictividad social e inestabilidad política sin precedentes.
La burguesía tiene claras las recetas necesarias y está maniobrando para aplicarlas con el mínimo coste político para sus intereses, tanto a corto como a medio plazo. En este proceso, tanto la patronal como el núcleo fundamental del gobierno PSOE, copado por ministros muy bien relacionados con el mundo financiero y empresarial, están tratando de que las medidas de choque se apliquen envueltas en forma de pacto social, implicando una vez más a los dirigentes sindicales. Por supuesto, para la ejecución de este plan, el problema no está en los deseos de la cúpula dirigentes de CCOO y UGT, que anhelan la paz social tanto o más que los empresarios y el gobierno. El problema está, y esto explica todas las cautelas y temores en los que está envuelta la negociación del nuevo pacto social, en la reacción de la clase obrera frente a las medidas que la burguesía tiene en su agenda y frente a los efectos sociales que en sí misma está teniendo una crisis que probablemente sea profunda y prolongada.
Los estrategas más inteligentes de la burguesía prefieren un escenario de consenso a uno de conflictividad, pero no es el único que contemplan y desde luego no es el único para el que se preparan. Es más: el "consenso" no es un fin en sí mismo, sino un medio para aplicar un plan de choque cada vez más urgente. Esto último es lo fundamental y si no es con "consenso" habrá que aplicarlo de otra manera. En este sentido fue muy significativo el editorial de El País (20-06-07) titulado "Ruido e indefinición", en el que se hacía una crítica directa a la tibieza del gobierno en los prolegómenos de la negociación del nuevo pacto social con la patronal y los sindicatos. Refiriéndose a la actitud de Zapatero el artículo resalta el "impacto" que ha causado "su compromiso de que ‘no habrá ninguna iniciativa laboral sin consenso con los interlocutores sociales". Según el editorial, esta declaración de Zapatero "recorta su capacidad de maniobra para imponer el último criterio en caso de una negociación enrevesada". En otras palabras, critica al gobierno por no hacer sus deberes preparando el clima político apropiado para la imposición de medidas expeditivas y sin tanto consenso. Critica también al equipo económico de Zapatero por no tener claras "las decisiones que deben discutirse de forma perentoria" refiriéndose, de forma muy directa, a "una reforma profunda de los mercados, incluido el laboral" y a "ampliar el periodo de contribución que da derecho a pensión".
Usar y tirar
En este artículo se refleja perfectamente la actitud de la burguesía hacia los dirigentes reformistas de los partidos y sindicatos obreros: usar y tirar. Al fin y al cabo es precisamente para ser utilizados en momentos críticos, como en el que estamos, que un sector de la burguesía los ha alimentado y mimado políticamente durante años. Toca devolver los servicios prestados. El endurecimiento de la política antisocial del gobierno, que por otra parte emana de la falta de alternativa del reformismo al sistema capitalista, acabará provocando, tarde o temprano, tensiones en el propio aparato del PSOE y entre la dirección del partido y su base social. A pesar de todos los cuidados de la burguesía más perspicaz para evitar situaciones delicadas, como por ejemplo todos sus intentos de crear una "derecha democrática", son los procesos objetivos los que acabarán siendo determinantes en la situación política, e inevitablemente llevarán a nuevas y más graves complicaciones La sociedad no es un laboratorio donde todos los factores que inciden en el experimento están medidos y controlados. El factor económico está introduciendo un poderoso factor de inestabilidad que se viene a sumar a todas las tensiones políticas acumuladas en el pasado reciente. La principal diferencia de esta crisis con las anteriores es el cambio de época, un proceso de carácter mundial.
El curso que se cierra ha dado bastantes síntomas del clima de malestar que se respira entre la juventud y la clase obrera que quizás desemboque en un otoño muy caliente. Si los dirigentes de CCOO y UGT atendiesen al ambiente y a los intereses generales de la clase trabajadora deberían estar haciendo una fuerte campaña de movilización en defensa del empleo y del poder adquisivo.
Dentro de las variables que las perspectivas presentan, en un contexto tan turbulento, hay algo que está claro: todas las maniobras de la burguesía y de la socialdemocracia no evitarán la respuesta de lucha de la clase obrera ni su capacidad de rápida asimilación de experiencias y de ideas en un periodo marcado por grandes acontecimientos y en el que el capitalismo y el reformismo no tienen nada que ofrecer.
¡Únete a la Corriente Marxista El Militante y lucha con nosotros por la transformación socialista de la sociedad!
EL MILITANTE
El recorte de la oferta pública de empleo en un 70% el próximo año, la privatización de la AENA (organismo que gestiona los aeropuertos), la segregación de Renfe del transporte de mercancías (también para privatizarse), las ayudas a las multinacionales del automóvil con nuevo plan Renove y un plan de mejora de la financiación de las empresas, están entre las medidas de más calado del "paquete" contra la crisis que el gobierno anunció a finales de junio y que ha contado con el respaldo entusiasta y unánime del mundo patronal. Estas decisiones, junto a la actitud policial y despectiva hacia la lucha de los camioneros autónomos, atrapados entre la caída de la actividad económica y la subida de los precios de la gasolina, está poniendo en evidencia el carácter antiobrero de la política económica del gobierno, que antes aparecía más eclipsada por el crecimiento económico y la dura oposición del PP. Zapatero está tratando de evitar el desgaste político diciendo que, a pesar de la crisis, no se van a tocar las prestaciones sociales. Pero más allá de las palabras, la dinámica real es que ante la inflación desbocada que se come los salarios (según datos del propio Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en un año la leche ha subido un 22,4%, el pan de molde el 13%, la mantequilla y el arroz el 12%, el pollo, los huevos y los yogures el 11%), el crecimiento del desempleo y la subida de las hipotecas que está asfixiando la economía de muchas familias trabajadoras el gobierno toma medidas que, fundamentalmente, favorecen a los capitalistas, como las rebajas de impuestos, las privatizaciones y los ya anunciados recortes presupuestarios. A pesar de todo, la burguesía exige más del gobierno, y con más rapidez.
Campaña contra
los salarios
A la par que los síntomas de recesión económica de la economía española se hacen más evidentes -y los datos que empujan a esta perspectiva se suceden con una tremenda velocidad- se extiende una campaña cada vez más persistente por parte de la burguesía, consistente en culpabilizar a los trabajadores de la crisis, atacando con peculiar énfasis las cláusulas de revisión salarial y otras "rigideces del mercado laboral". Es el mundo al revés, en el que las víctimas son las culpables. En la vanguardia de esta ofensiva está Miguel Ángel Ordóñez, gobernador del Banco de España, cuyas "propuestas" se presentan con la debida aureola de autoridad que le confiere su posición "neutral" como jefe del "órgano regulador". No se anda con remilgos: "El Banco de España cree que es ‘apremiante' contener los salarios a corto plazo (...)". "La persistencia de la inflación en España es mayor que en el resto del área euro debido a la rigidez de precios y salarios". "El Banco de España destaca la necesidad de favorecer la flexibilidad laboral más allá de la que se deriva de la temporalidad (...)" (La Vanguardia, 17-06-2008).
De un modo muy poco subliminal el Sr. Ordónez chantajea a los trabajadores, que sólo podrían optar entre perder poder adquisitivo por la buenas (aceptando sus medidas) o por las malas, acabando en el paro y reincorporándose después al trabajo con un salario inferior: "Una vez que los desequilibrios han adquirido un cierto nivel, este ajuste va a hacerse con unos costes enormes si no se toman medidas, pero debemos tratar que no sea vía empleo, echando a la gente, y luego contratándola a precios más bajos" (Efe, 24-06-08). ¡Como piensa el Sr. gobernador en "la gente"! Respecto a las pensiones, aboga por "cotizar más años para recibir la misma pensión y completar la aportación pública con ahorro privado" (El País, 18-06-08), es decir, trabajar hasta morir y privatizar el sistema de pensiones.
Los representantes de la burguesía saben muy bien las recetas que les conviene en tiempos de crisis y lo argumentan con toda claridad. Un editorial de Cinco Días (18-06-2008), titulado significativamente "Ordóñez marca la hoja de ruta", acababa de la siguiente manera: "Las empresas están, ante la caída de la demanda, cercadas por la tripe espiral de costes: financiero, energético y laboral". Como los dos primeros factores dependen de factores externos difícilmente controlables la conclusión es evidente: "Sólo el control del coste laboral puede compensar el daño del resto para conservar el empleo y la competitividad de la empresa (...)", léase, para conservar sus beneficios. Se puede hablar más alto, pero no más claro.
Sin variar el contenido ni la claridad de las exigencias empresariales, algunos estrategas del capital añaden una dosis increíble de hipocresía y llegan a hablar, literalmente, en nombre "de los intereses generales de la clase obrera". Es el caso de Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), en un artículo titulado "La mejora de la productividad requiere reformas" (El País, 22 de junio). Según este texto, para nuestro propio bien, debemos entender que "el indicador que apunta con más gravedad a problemas estructurales es el de los costes laborales (...)". Así que "mantener el poder adquisitivo de los salarios al margen de la productividad (...) nos está provocando una pérdida importante de competitividad que (...) de no remediarse, se traducirá en una grave reducción del potencial de crecimiento a medio y largo plazo".
En resumidas cuentas, como hemos podido leer en los diáfanos párrafos anteriores, la lucha por mantener el poder adquisitivo de los salarios así como las conquistas laborales y sociales de los trabajadores (denominadas "rigideces", en lenguaje "neutral") son culpables ni más ni menos que de la inflación, de la falta de competitividad, del desempleo y de la prolongación y profundidad de la crisis. Sólo hay una receta salvadora: que nos tiremos al precipicio por voluntad propia. Éste es el mensaje de la burguesía: vais a pagar el pato de la crisis de todas maneras, pero si lo aceptáis pasivamente, sin lucha, todo será más fácil para "la sociedad" y para "la economía".
Desequilibrio social
y político
Y aquí enlazamos con un aspecto central de la situación política actual. Efectivamente, desde el punto de vista de los capitalistas, la única manera de hacer frente a los tremendos desequilibrios acumulados en la economía, derivados del carácter depredador y caótico del capitalismo, es atacando a los trabajadores. Es la lógica implacable del sistema capitalista. Sin embargo, el "reequilibrio" en lo económico que persiguen con sus "propuestas" es una receta acabada para un brutal incremento del desequilibrio en el terreno social y político, es decir, para un escenario de conflictividad social e inestabilidad política sin precedentes.
La burguesía tiene claras las recetas necesarias y está maniobrando para aplicarlas con el mínimo coste político para sus intereses, tanto a corto como a medio plazo. En este proceso, tanto la patronal como el núcleo fundamental del gobierno PSOE, copado por ministros muy bien relacionados con el mundo financiero y empresarial, están tratando de que las medidas de choque se apliquen envueltas en forma de pacto social, implicando una vez más a los dirigentes sindicales. Por supuesto, para la ejecución de este plan, el problema no está en los deseos de la cúpula dirigentes de CCOO y UGT, que anhelan la paz social tanto o más que los empresarios y el gobierno. El problema está, y esto explica todas las cautelas y temores en los que está envuelta la negociación del nuevo pacto social, en la reacción de la clase obrera frente a las medidas que la burguesía tiene en su agenda y frente a los efectos sociales que en sí misma está teniendo una crisis que probablemente sea profunda y prolongada.
Los estrategas más inteligentes de la burguesía prefieren un escenario de consenso a uno de conflictividad, pero no es el único que contemplan y desde luego no es el único para el que se preparan. Es más: el "consenso" no es un fin en sí mismo, sino un medio para aplicar un plan de choque cada vez más urgente. Esto último es lo fundamental y si no es con "consenso" habrá que aplicarlo de otra manera. En este sentido fue muy significativo el editorial de El País (20-06-07) titulado "Ruido e indefinición", en el que se hacía una crítica directa a la tibieza del gobierno en los prolegómenos de la negociación del nuevo pacto social con la patronal y los sindicatos. Refiriéndose a la actitud de Zapatero el artículo resalta el "impacto" que ha causado "su compromiso de que ‘no habrá ninguna iniciativa laboral sin consenso con los interlocutores sociales". Según el editorial, esta declaración de Zapatero "recorta su capacidad de maniobra para imponer el último criterio en caso de una negociación enrevesada". En otras palabras, critica al gobierno por no hacer sus deberes preparando el clima político apropiado para la imposición de medidas expeditivas y sin tanto consenso. Critica también al equipo económico de Zapatero por no tener claras "las decisiones que deben discutirse de forma perentoria" refiriéndose, de forma muy directa, a "una reforma profunda de los mercados, incluido el laboral" y a "ampliar el periodo de contribución que da derecho a pensión".
Usar y tirar
En este artículo se refleja perfectamente la actitud de la burguesía hacia los dirigentes reformistas de los partidos y sindicatos obreros: usar y tirar. Al fin y al cabo es precisamente para ser utilizados en momentos críticos, como en el que estamos, que un sector de la burguesía los ha alimentado y mimado políticamente durante años. Toca devolver los servicios prestados. El endurecimiento de la política antisocial del gobierno, que por otra parte emana de la falta de alternativa del reformismo al sistema capitalista, acabará provocando, tarde o temprano, tensiones en el propio aparato del PSOE y entre la dirección del partido y su base social. A pesar de todos los cuidados de la burguesía más perspicaz para evitar situaciones delicadas, como por ejemplo todos sus intentos de crear una "derecha democrática", son los procesos objetivos los que acabarán siendo determinantes en la situación política, e inevitablemente llevarán a nuevas y más graves complicaciones La sociedad no es un laboratorio donde todos los factores que inciden en el experimento están medidos y controlados. El factor económico está introduciendo un poderoso factor de inestabilidad que se viene a sumar a todas las tensiones políticas acumuladas en el pasado reciente. La principal diferencia de esta crisis con las anteriores es el cambio de época, un proceso de carácter mundial.
El curso que se cierra ha dado bastantes síntomas del clima de malestar que se respira entre la juventud y la clase obrera que quizás desemboque en un otoño muy caliente. Si los dirigentes de CCOO y UGT atendiesen al ambiente y a los intereses generales de la clase trabajadora deberían estar haciendo una fuerte campaña de movilización en defensa del empleo y del poder adquisivo.
Dentro de las variables que las perspectivas presentan, en un contexto tan turbulento, hay algo que está claro: todas las maniobras de la burguesía y de la socialdemocracia no evitarán la respuesta de lucha de la clase obrera ni su capacidad de rápida asimilación de experiencias y de ideas en un periodo marcado por grandes acontecimientos y en el que el capitalismo y el reformismo no tienen nada que ofrecer.
¡Únete a la Corriente Marxista El Militante y lucha con nosotros por la transformación socialista de la sociedad!
EL MILITANTE
martes, 1 de julio de 2008
CONTRA LA ESCLAVITUD
escrito por Iosu Foronda. UGT-Euskadi
martes, 01 de julio de 2008
Una ola de malestar recorre la Europa Trabajadora. La decisión del Consejo de Ministros de Trabajo de romper los límites de la jornada laboral máxima de 48 horas y poder imponer jornadas de hasta 65 horas, es un ataque gravísimo a la clase obrera.
El capitalismo europeo trata de arrebatar a los trabajadores todos los derechos sociales que con luchas, siempre sangrientas, arrancaron la jornada de 8 horas, el derecho a un subsidio de desempleo, las pensiones de vejez y enfermedad, la educación pública, etc.
Se trata de hacer caer sobre los hombros de los trabajadores la crisis del sistema , provocada por la voracidad sin freno de los especuladores y banqueros, a los que no sólo no se les ataca para combatir la crisis sino se les da dinero a manos llenas. Como se ha dicho gráficamente medidas como esta de las 65 horas, nos retrotraen a la clase obrera a los tiempos de la revolución industrial, a los tiempos del hambre, explotación y miseria para los trabajadores y sus familias que magníficamente relata Dickens en sus libros.
Es paradójico pensar que hace poco nos hablaban de la civilización del ocio, de la liberalización del trabajo por la tecnología aplicada y sin embargo nos encontramos con la vuelta al capitalismo salvaje, a jornadas de trabajo agotadoras que nos recuerdan lo escrito por Marx en el Manifiesto Comunista hace 150 años:
"Cuanto más repelente es el trabajo, tanto más disminuye el salario pagado al obrero, más aún, cuando más aumenta la maquinaria y la división del trabajo tanto más aumenta también éste, bien porque se alarga la jornada, bien porque se intensifica el rendimiento exigido, se acelera la marcha de las máquinas, etc."
Bajo el capitalismo, como predijo Marx, el avance de la ciencia y la tecnología no sirven para liberar a los trabajadores sino para hacernos retroceder al siglo diecinueve y dejarnos, como entonces, una perspectiva vital diaria de trabajar y dormir para volver a trabajar.
La Europa de los Mercaderes impone su catálogo de ataques a la clase obrera.
Este incremento de la jornada laboral, no es nuevo ni esta medida es la única del catálogo de ataques a los derechos de los trabajadores que contienen los tratados europeos. Tratan de dinamitar hasta los cimientos este "mal ejemplo" que todavía supone Europa de derechos conseguidos por la fuerza de la clase obrera a través de la lucha y recogidos en leyes y convenios colectivos, con el objetivo de extraer de la clase obrera, sin límite, los beneficios que necesitan en esta época de crisis.
Esta medida, especialmente brutal e inhumana retrata perfectamente el carácter y los objetivos de los gobernantes de la Unión Europea por si algún trabajador tenía dudas. Se han quitado la máscara amable y se muestran como realmente son, la dictadura del capital, que para conseguir sus objetivos de explotación intensiva de la mano de obra no tiene ningún escrúpulo de recurrir a la esclavitud, porque ese es el nombre que hay que dar a jornadas de 65 horas semanales.
La Organización Internacional de Trabajo afirma en sus informes del impacto negativo sobre la salud y seguridad de los trabajadores y también para el equilibrio de su vida laboral y privada que resultarían de una semana de 65 horas. La O.I.T. informa que trabajar más de 48 horas a la semana, límite que este organismo estableció hace 90 años como tope de jornada máximo, eleva el estrés y la fatiga, causa desórdenes en el sueño, malos hábitos de vida y a la larga trastornos músculo-esqueléticos, enfermedades cardiovasculares y mentales, infecciones crónicas, etc. Como la jornada se mide en promedio de 3 meses podríamos llegar a hacer semanas de 78 horas, 30 horas más que el límite recomendado por la OIT para evitar la pérdida de la salud.
¿Qué importa la enfermedad de los trabajadores si suben los beneficios empresariales? Además, si nos dejamos, harán negocio con la recuperación de nuestra salud en una sanidad privatizada.
Este ataque está en su primera fase, ha sido aprobado por el consejo de ministros europeo de trabajo. En esta reunión el representante del gobierno español se abstuvo, lo que nos pone de manifiesto, junto con la aprobación de la medida de retención de 18 meses a los trabajadores inmigrantes sin papeles, del carácter social de este gobierno.
Ahora pasará al Parlamento Europeo, si se aprueba, y lo aprobarán si los trabajadores no nos movilizamos en toda Europa, existirá un nuevo tope horario de 65 horas en la U.E. que tomarán con ambas manos los países más pobres, habrá más competencia en base a bajos salarios y jornadas más altas y eso provocaría deslocalizaciones y presión para elevar la jornada laboral y reducir los salarios.
Aquí en el estado español, que tenemos recogida la jornada máxima de 40 horas en el estatuto de los trabajadores, si las partes, empresa y trabajador, pactan ampliar la jornada laboral hasta los 65 horas, no será ilegal la aplicación de esta normativa.
El Tribunal de Justicia Europeo legaliza la explotación.
Junto a esta medida que ha sacudido la conciencia de los trabajadores europeos están sucediendo otros hechos que no llegan tanto a la opinión pública, entre otras razones por la pasividad sindical, pero que tienen un gravísimo impacto en los derechos básicos de los trabajadores.
Hay una serie de Sentencias del Tribunal de Justicia Europeo de Luxemburgo que los están cuestionando y que acaban anteponiendo el negocio sobre los derechos sociales de los trabajadores europeos, como el derecho de huelga o el principio de a igual trabajo igual salario.
Uno de los ataques más importantes a los derechos de los trabajadores europeos en el último período ha sido la directiva Bolkestein. Con esta directiva se proponía implantar el principio del país de origen que significa que los trabajadores de un país desplazado a otro, se acogerían a la legislación del país de procedencia, no a la legislación del país donde prestan sus servicios.
Las protestas sindicales contra esta directiva la anularon en parte, pero se llegó a un acuerdo confuso en el Parlamento Europeo bendecido por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que declaró "la libertad de establecimiento y de circulación de servicios" sin dejar clara la superioridad normativa del país de acogida. Esta ambigüedad legislativa ha provocado 3 sentencias del Tribunal de Justicia Europeo que limitan gravemente los derechos sociales y legitiman la discriminación salarial y social de los trabajadores en Europa.
La última Sentencia emitida ha sido la de Ruffert de abril de 2008. El Tribunal de Justicia Europeo dio la razón a la subcontrata polaca que trabajaba para esa empresa alemana en el estado de Baja Sajonia que reclamó no tener que pagar a sus trabajadores el salario mínimo vigente, que obliga a la administración a aplicarlo en sus contratos y pagaba a sus trabajadores salarios inferiores a lo estipulado hasta en un 50%.
En diciembre de 2007 se produjeron dos sentencias más que abundan en la misma dirección. La empresa letona LAVAL, subcontratada por una empresa sueca para construir un colegio en Estocolmo no pagaba los salarios establecidos en el convenio de construcción y eso provocó la lucha sindical de los trabajadores suecos que hicieron huelgas y bloquearon la construcción del colegio para hacer respetar el convenio sectorial a la empresa, ésta reclamó al T.E.J. y le ha dado la razón declarando que los sindicatos no pueden obligar mediante huelgas a un prestador de servicios establecido en otro estado miembro a negociar sobre el salario de los trabajadores desplazados ni a adherirse a un convenio colectivo.
El tercer caso es el de la empresa finlandesa de Ferrys, Viking-line, que pretendía rematricular el barco en Estonia para así aplicar los salarios estonios muy inferiores a los de Finlandia, lo que provocó luchas de los trabajadores finlandeses.
Los Derechos de las empresas por encima de los derechos sociales.
En los 3 casos el fondo de la argumentación del TJE ha sido que no se puede imponer medidas que hagan "menos atractivas" las condiciones aplicadas a una empresa de un estado miembro de la UE que preste sus servicios en otro estado miembro porque iría contra "la libre prestación de servicios" o la "libertad de establecimiento" que son libertades fundamentales en la UE.
En definitiva se trata de ir igualando la UE a la baja con los países más pobres con peores salarios y mayores jornadas utilizándolos como ariete contra el resto de trabajadores regulados por convenios colectivos. Se trata de dar mas protección legal a los intereses económicos que a los derechos sociales que se convierten en derechos de segunda clase en la legislación europea. Derechos sociales que tienen que ceder el paso a la explotación de la mano de obra y al beneficio empresarial puro y duro, al que se da con estas sentencias soporte legal.
Se trata también de dividir a los trabajadores, de limitar legalmente su capacidad de lucha, de neutralizar el potencial de combate que tienen las propias organizaciones sindicales para los trabajadores, a pesar de sus actuales direcciones.
Destruir la Negociación Colectiva. Individualizar las relaciones laborales.
Es un ataque que pretende destruir la negociación colectiva y como se plantea en la directiva de las 65 horas, individualizar las relaciones laborales que es un viejo sueño de la patronal.
Pactar como iguales, trabajador y empresario, cuando son totalmente desiguales porque mientras uno vende su fuerza de trabajo, el otro tiene todo el poder de la organización y el económico y por lo tanto puede imponer las condiciones que quiera. Es la situación mas ventajosa para el empresario. Pero los progresos de los trabajadores los hemos hecho con organización y lucha y sólo avanzamos cuando actuamos en formación, que es uno de los objetivos a destruir por estas medidas.
Los Tribunales de defensa de la competencia contra la negociación colectiva y los sindicatos obreros.
En el estado español están teniendo cierta relevancia en estos ataques contra los convenios colectivos los Tribunales de defensa de la competencia, constituidos en una comisión nacional y los Tribunales de las diversas comunidades autónomas.
Estos Tribunales son organismos administrativos encargados de velar por la aplicación de la Ley de Defensa de la Competencia del 2007, que es una transposición del tratado de Lisboa y que trata de aplicar las mismas normas europeas llamadas de la "competencia".
Aunque ha habido múltiples resoluciones y multas a los sindicatos por infringir las normas de la "competencia" y se anuncian más en todo el estado, nos vamos a centrar en una actuación del Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia. Este Tribunal ha emprendido una investigación sobre si las centrales UGT-CCOO-ELA y LAB pactaron para evitar la apertura de los centros comerciales los domingos y festivos. Euskadi es el único territorio donde esto ocurre, después de importantes movilizaciones obreras a cada intento de apertura.
El Tribunal ha requerido a los sindicatos a entregar todo tipo de información referida a los participantes en las negociaciones, actas, acuerdos internos que han tenido los sindicatos en los últimos cuatro años, bajo amenaza de cuantiosas multas si no lo hacen.
Según el presidente del Tribunal "la libertad sindical está sujeta al límite de la competencia", lo concibe como "un derecho limitado topado por las leyes del mercado".
Como dice A. Muñoz de ELA, "el tribunal es ciego ante las acciones protagonizadas por quién si tiene poder para adulterar precios, ciego contra las empresas que en régimen de casi monopolio influyen adulterando los precios, esos son intocables."
El presidente del T.V.C. afirmó ante el Parlamento Vasco que la solución era liberalizar por completo los horarios comerciales permitiendo una apertura cualquier día, lo que favorece a las grandes superficies y perjudica al pequeño comercio y a los trabajadores.
Esta actitud del Tribunal vasco de la competencia ha tenido la virtud de unir a todos los sindicatos vascos en una manifestación unitaria contra este ataque a los derechos sindicales, el 11 de abril de este año.
Huelga General en Europa contra la Directiva de 65 horas.
La lucha obrera unida a nivel europeo es la única salida para acabar con esta pesadilla que atenaza a los trabajadores europeos. Hay que exigir en cada sección sindical, en cada sindicato de rama una movilización europea contra esta política ya, de lo contrario nos impondrán estas medidas y otras como las que hemos comentado. Prevalecerá lo individual sobre lo colectivo y los trabajadores iremos paso a paso retrocediendo y en vez de luchar por una vida digna y plena donde podamos desarrollar nuestras capacidades, nos encontraremos luchando por la pura supervivencia, lo que es una realidad para muchos.
Por eso es esencial la organización, la lucha sindical y política para entender qué está pasando, para exigir la movilización de las organizaciones obreras en todo Europa a la vez, para transformarlas profundamente y adecuarlas a los retos que nos enfrentamos. Porque a la vista de las medidas que apoyan o que no combaten , parecen más la cara amable del capital que las palancas que necesitamos los trabajadores para hacer una sociedad a la medida de la mayoría de la población, los trabajadores y sus familias.
martes, 01 de julio de 2008
Una ola de malestar recorre la Europa Trabajadora. La decisión del Consejo de Ministros de Trabajo de romper los límites de la jornada laboral máxima de 48 horas y poder imponer jornadas de hasta 65 horas, es un ataque gravísimo a la clase obrera.
El capitalismo europeo trata de arrebatar a los trabajadores todos los derechos sociales que con luchas, siempre sangrientas, arrancaron la jornada de 8 horas, el derecho a un subsidio de desempleo, las pensiones de vejez y enfermedad, la educación pública, etc.
Se trata de hacer caer sobre los hombros de los trabajadores la crisis del sistema , provocada por la voracidad sin freno de los especuladores y banqueros, a los que no sólo no se les ataca para combatir la crisis sino se les da dinero a manos llenas. Como se ha dicho gráficamente medidas como esta de las 65 horas, nos retrotraen a la clase obrera a los tiempos de la revolución industrial, a los tiempos del hambre, explotación y miseria para los trabajadores y sus familias que magníficamente relata Dickens en sus libros.
Es paradójico pensar que hace poco nos hablaban de la civilización del ocio, de la liberalización del trabajo por la tecnología aplicada y sin embargo nos encontramos con la vuelta al capitalismo salvaje, a jornadas de trabajo agotadoras que nos recuerdan lo escrito por Marx en el Manifiesto Comunista hace 150 años:
"Cuanto más repelente es el trabajo, tanto más disminuye el salario pagado al obrero, más aún, cuando más aumenta la maquinaria y la división del trabajo tanto más aumenta también éste, bien porque se alarga la jornada, bien porque se intensifica el rendimiento exigido, se acelera la marcha de las máquinas, etc."
Bajo el capitalismo, como predijo Marx, el avance de la ciencia y la tecnología no sirven para liberar a los trabajadores sino para hacernos retroceder al siglo diecinueve y dejarnos, como entonces, una perspectiva vital diaria de trabajar y dormir para volver a trabajar.
La Europa de los Mercaderes impone su catálogo de ataques a la clase obrera.
Este incremento de la jornada laboral, no es nuevo ni esta medida es la única del catálogo de ataques a los derechos de los trabajadores que contienen los tratados europeos. Tratan de dinamitar hasta los cimientos este "mal ejemplo" que todavía supone Europa de derechos conseguidos por la fuerza de la clase obrera a través de la lucha y recogidos en leyes y convenios colectivos, con el objetivo de extraer de la clase obrera, sin límite, los beneficios que necesitan en esta época de crisis.
Esta medida, especialmente brutal e inhumana retrata perfectamente el carácter y los objetivos de los gobernantes de la Unión Europea por si algún trabajador tenía dudas. Se han quitado la máscara amable y se muestran como realmente son, la dictadura del capital, que para conseguir sus objetivos de explotación intensiva de la mano de obra no tiene ningún escrúpulo de recurrir a la esclavitud, porque ese es el nombre que hay que dar a jornadas de 65 horas semanales.
La Organización Internacional de Trabajo afirma en sus informes del impacto negativo sobre la salud y seguridad de los trabajadores y también para el equilibrio de su vida laboral y privada que resultarían de una semana de 65 horas. La O.I.T. informa que trabajar más de 48 horas a la semana, límite que este organismo estableció hace 90 años como tope de jornada máximo, eleva el estrés y la fatiga, causa desórdenes en el sueño, malos hábitos de vida y a la larga trastornos músculo-esqueléticos, enfermedades cardiovasculares y mentales, infecciones crónicas, etc. Como la jornada se mide en promedio de 3 meses podríamos llegar a hacer semanas de 78 horas, 30 horas más que el límite recomendado por la OIT para evitar la pérdida de la salud.
¿Qué importa la enfermedad de los trabajadores si suben los beneficios empresariales? Además, si nos dejamos, harán negocio con la recuperación de nuestra salud en una sanidad privatizada.
Este ataque está en su primera fase, ha sido aprobado por el consejo de ministros europeo de trabajo. En esta reunión el representante del gobierno español se abstuvo, lo que nos pone de manifiesto, junto con la aprobación de la medida de retención de 18 meses a los trabajadores inmigrantes sin papeles, del carácter social de este gobierno.
Ahora pasará al Parlamento Europeo, si se aprueba, y lo aprobarán si los trabajadores no nos movilizamos en toda Europa, existirá un nuevo tope horario de 65 horas en la U.E. que tomarán con ambas manos los países más pobres, habrá más competencia en base a bajos salarios y jornadas más altas y eso provocaría deslocalizaciones y presión para elevar la jornada laboral y reducir los salarios.
Aquí en el estado español, que tenemos recogida la jornada máxima de 40 horas en el estatuto de los trabajadores, si las partes, empresa y trabajador, pactan ampliar la jornada laboral hasta los 65 horas, no será ilegal la aplicación de esta normativa.
El Tribunal de Justicia Europeo legaliza la explotación.
Junto a esta medida que ha sacudido la conciencia de los trabajadores europeos están sucediendo otros hechos que no llegan tanto a la opinión pública, entre otras razones por la pasividad sindical, pero que tienen un gravísimo impacto en los derechos básicos de los trabajadores.
Hay una serie de Sentencias del Tribunal de Justicia Europeo de Luxemburgo que los están cuestionando y que acaban anteponiendo el negocio sobre los derechos sociales de los trabajadores europeos, como el derecho de huelga o el principio de a igual trabajo igual salario.
Uno de los ataques más importantes a los derechos de los trabajadores europeos en el último período ha sido la directiva Bolkestein. Con esta directiva se proponía implantar el principio del país de origen que significa que los trabajadores de un país desplazado a otro, se acogerían a la legislación del país de procedencia, no a la legislación del país donde prestan sus servicios.
Las protestas sindicales contra esta directiva la anularon en parte, pero se llegó a un acuerdo confuso en el Parlamento Europeo bendecido por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que declaró "la libertad de establecimiento y de circulación de servicios" sin dejar clara la superioridad normativa del país de acogida. Esta ambigüedad legislativa ha provocado 3 sentencias del Tribunal de Justicia Europeo que limitan gravemente los derechos sociales y legitiman la discriminación salarial y social de los trabajadores en Europa.
La última Sentencia emitida ha sido la de Ruffert de abril de 2008. El Tribunal de Justicia Europeo dio la razón a la subcontrata polaca que trabajaba para esa empresa alemana en el estado de Baja Sajonia que reclamó no tener que pagar a sus trabajadores el salario mínimo vigente, que obliga a la administración a aplicarlo en sus contratos y pagaba a sus trabajadores salarios inferiores a lo estipulado hasta en un 50%.
En diciembre de 2007 se produjeron dos sentencias más que abundan en la misma dirección. La empresa letona LAVAL, subcontratada por una empresa sueca para construir un colegio en Estocolmo no pagaba los salarios establecidos en el convenio de construcción y eso provocó la lucha sindical de los trabajadores suecos que hicieron huelgas y bloquearon la construcción del colegio para hacer respetar el convenio sectorial a la empresa, ésta reclamó al T.E.J. y le ha dado la razón declarando que los sindicatos no pueden obligar mediante huelgas a un prestador de servicios establecido en otro estado miembro a negociar sobre el salario de los trabajadores desplazados ni a adherirse a un convenio colectivo.
El tercer caso es el de la empresa finlandesa de Ferrys, Viking-line, que pretendía rematricular el barco en Estonia para así aplicar los salarios estonios muy inferiores a los de Finlandia, lo que provocó luchas de los trabajadores finlandeses.
Los Derechos de las empresas por encima de los derechos sociales.
En los 3 casos el fondo de la argumentación del TJE ha sido que no se puede imponer medidas que hagan "menos atractivas" las condiciones aplicadas a una empresa de un estado miembro de la UE que preste sus servicios en otro estado miembro porque iría contra "la libre prestación de servicios" o la "libertad de establecimiento" que son libertades fundamentales en la UE.
En definitiva se trata de ir igualando la UE a la baja con los países más pobres con peores salarios y mayores jornadas utilizándolos como ariete contra el resto de trabajadores regulados por convenios colectivos. Se trata de dar mas protección legal a los intereses económicos que a los derechos sociales que se convierten en derechos de segunda clase en la legislación europea. Derechos sociales que tienen que ceder el paso a la explotación de la mano de obra y al beneficio empresarial puro y duro, al que se da con estas sentencias soporte legal.
Se trata también de dividir a los trabajadores, de limitar legalmente su capacidad de lucha, de neutralizar el potencial de combate que tienen las propias organizaciones sindicales para los trabajadores, a pesar de sus actuales direcciones.
Destruir la Negociación Colectiva. Individualizar las relaciones laborales.
Es un ataque que pretende destruir la negociación colectiva y como se plantea en la directiva de las 65 horas, individualizar las relaciones laborales que es un viejo sueño de la patronal.
Pactar como iguales, trabajador y empresario, cuando son totalmente desiguales porque mientras uno vende su fuerza de trabajo, el otro tiene todo el poder de la organización y el económico y por lo tanto puede imponer las condiciones que quiera. Es la situación mas ventajosa para el empresario. Pero los progresos de los trabajadores los hemos hecho con organización y lucha y sólo avanzamos cuando actuamos en formación, que es uno de los objetivos a destruir por estas medidas.
Los Tribunales de defensa de la competencia contra la negociación colectiva y los sindicatos obreros.
En el estado español están teniendo cierta relevancia en estos ataques contra los convenios colectivos los Tribunales de defensa de la competencia, constituidos en una comisión nacional y los Tribunales de las diversas comunidades autónomas.
Estos Tribunales son organismos administrativos encargados de velar por la aplicación de la Ley de Defensa de la Competencia del 2007, que es una transposición del tratado de Lisboa y que trata de aplicar las mismas normas europeas llamadas de la "competencia".
Aunque ha habido múltiples resoluciones y multas a los sindicatos por infringir las normas de la "competencia" y se anuncian más en todo el estado, nos vamos a centrar en una actuación del Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia. Este Tribunal ha emprendido una investigación sobre si las centrales UGT-CCOO-ELA y LAB pactaron para evitar la apertura de los centros comerciales los domingos y festivos. Euskadi es el único territorio donde esto ocurre, después de importantes movilizaciones obreras a cada intento de apertura.
El Tribunal ha requerido a los sindicatos a entregar todo tipo de información referida a los participantes en las negociaciones, actas, acuerdos internos que han tenido los sindicatos en los últimos cuatro años, bajo amenaza de cuantiosas multas si no lo hacen.
Según el presidente del Tribunal "la libertad sindical está sujeta al límite de la competencia", lo concibe como "un derecho limitado topado por las leyes del mercado".
Como dice A. Muñoz de ELA, "el tribunal es ciego ante las acciones protagonizadas por quién si tiene poder para adulterar precios, ciego contra las empresas que en régimen de casi monopolio influyen adulterando los precios, esos son intocables."
El presidente del T.V.C. afirmó ante el Parlamento Vasco que la solución era liberalizar por completo los horarios comerciales permitiendo una apertura cualquier día, lo que favorece a las grandes superficies y perjudica al pequeño comercio y a los trabajadores.
Esta actitud del Tribunal vasco de la competencia ha tenido la virtud de unir a todos los sindicatos vascos en una manifestación unitaria contra este ataque a los derechos sindicales, el 11 de abril de este año.
Huelga General en Europa contra la Directiva de 65 horas.
La lucha obrera unida a nivel europeo es la única salida para acabar con esta pesadilla que atenaza a los trabajadores europeos. Hay que exigir en cada sección sindical, en cada sindicato de rama una movilización europea contra esta política ya, de lo contrario nos impondrán estas medidas y otras como las que hemos comentado. Prevalecerá lo individual sobre lo colectivo y los trabajadores iremos paso a paso retrocediendo y en vez de luchar por una vida digna y plena donde podamos desarrollar nuestras capacidades, nos encontraremos luchando por la pura supervivencia, lo que es una realidad para muchos.
Por eso es esencial la organización, la lucha sindical y política para entender qué está pasando, para exigir la movilización de las organizaciones obreras en todo Europa a la vez, para transformarlas profundamente y adecuarlas a los retos que nos enfrentamos. Porque a la vista de las medidas que apoyan o que no combaten , parecen más la cara amable del capital que las palancas que necesitamos los trabajadores para hacer una sociedad a la medida de la mayoría de la población, los trabajadores y sus familias.
viernes, 20 de junio de 2008
CONTRA LAS 65 HORAS
escrito por Corriente Marxista El Militante
viernes, 20 de junio de 2008
Declaración de la Corriente Marxista El Militante
Contra la directiva de las 65 horas semanales, contra la esclavitud capitalista
Los dirigentes sindicales deben convocar ya HUELGA GENERAL EN TODA EUROPA
1. Sólo quedará tiempo para trabajar y dormir, como en el siglo XIX.- Los ministros de Trabajo de los 27 Estados de la Unión Europea aprobaron el pasado 9 de junio una directiva que legaliza la jornada semanal de 60 horas; en el caso de determinados colectivos se ampliaría a 65 horas. Como las 60-65 horas se calculan como el promedio de tres meses, la jornada laboral semanal podría llegar hasta 78 horas, ya que lo único que se garantiza son 11 horas de descanso diario. Esta Directiva es un ataque salvaje, frontal e histórico contra la clase trabajadora. Los capitalistas quieren volver a imponer y legalizar las condiciones laborales del siglo XIX.
2. Peor de lo que parece.- La directiva no sólo contempla el brutal incremento de las horas de trabajo, implica cosas mucho peores. Según la Directiva el empresario podrá acordar individualmente con los trabajadores la jornada laboral, al margen de lo pactado en los convenios. El texto impone, por lo tanto, la individualización de las relaciones laborales. Se trata de un ataque directo a la unidad de los trabajadores, a la lucha colectiva y a sus organizaciones. Además, esta Directiva no viene sola. Es parte de una ofensiva general y ruidosa contra los salarios, las pensiones, los gastos sociales, por la privatización de todos los servicios públicos, etc.
3. Cinismo patronal.- Cualquier trabajador sabe por la experiencia de los últimos años, y además está probado estadísticamente, qué significa el incremento de las horas de trabajo: más accidentes laborales, más enfermedades físicas y psíquicas, deterioro de las relaciones sociales y familiares, falta de tiempo para la cultura, el deporte, etc... A pesar de que eso es evidente la Comisión Europea califica la nueva ley "como un gran paso adelante para los trabajadores europeos". La patronal catalana, en un ejercicio de cinismo ilimitado, afirma que "en realidad es una medida garantista", puesto que introduce un tope de 60 horas. El presidente de la CEOE, Díaz Ferrán, considera que "se ha interpretado mal" la directiva europea. A toda esta gentuza no le importa para nada la vida de los trabajadores, sólo les preocupa una cosa: preservar sus multimillonarios beneficios en tiempos de crisis y de competencia salvaje entre capitalistas.
4. ¿El gobierno de Zapatero se opuso?- El gobierno de Zapatero dice oponerse a la directiva, pero de entrada el ministro Corbacho ni siquiera votó NO en la reunión de ministros europeos de Trabajo donde se discutió la directiva: se abstuvo. La tibieza del gobierno del PSOE respecto a la ampliación de la jornada a 65 horas es fácil de entender pues es una medida que va en la misma dirección que los fundamentos de su propia política social y económica: mano dura contra los inmigrantes, contención salarial, reducción de impuestos para los ricos, incremento de la tarifa eléctrica y de los impuestos indirectos, etc. Como el gobierno ha aceptado la lógica del capitalismo su política no puede ser muy distinta a la que aplican los gobiernos de derechas. De hecho, conforme la crisis se hace más evidente y los capitalistas presionan más duramente para que se tomen medidas contra los trabajadores, más se está derechizando la política del gobierno.
5. Dirigentes sindicales: ¡basta de excusas para no hacer nada!- Los principales dirigentes de CCOO y UGT han dedicado duras palabras a la Directiva de las 65 horas, calificándola como el peor ataque a los trabajadores desde la creación de la Unión Europea. Sin embargo, en la práctica no están haciendo nada. Incluso hay que hacer un esfuerzo muy serio de búsqueda en los medios de comunicación y para saber qué opinan. No sólo no están proponiendo un plan de acción concreto sino que ni siquiera están haciendo una campaña informativa en las fábricas, tajos y oficinas. No parece que esto esté a la altura de un ataque que, efectivamente, es histórico.
La cúpula de CCOO y UGT está centrando todas las expectativas en el Parlamento Europeo, en el que "confían" y al que "piden sensibilidad". ¿Y qué razón hay para confiar en un Parlamento donde la derecha tiene la mayoría y que acaba de aprobar una directiva salvaje contra los trabajadores inmigrantes, apoyada incluso por los parlamentarios del PSOE? La única manera real de obligar a la burguesía europea a retirar la directiva de las 65 horas es movilizando de forma contundente y unitaria a los trabajadores de toda Europa.
6. Malestar social y disposición a la lucha de los trabajadores.- La convocatoria de una huelga general de 24 horas por la retirada de la Directiva de las 65 horas sería recibida con entusiasmo por los trabajadores de toda Europa. Está habiendo movilizaciones obreras y huelgas masivas en todos los países de Europa que la prensa oculta deliberadamente: en Francia, en Portugal, en Grecia, en Dinamarca, en Suiza, sólo por mencionar los más recientes. Incluso en Gran Bretaña y en el Este europeo, después de muchos años, está habiendo un repunte de las luchas. Si la mayoría de gobiernos en Europa son de derechas, no es por la debilidad de los trabajadores, es por el fracaso de los gobiernos socialdemócratas que son capaces de ofrecer una alternativa al desempleo, a la precariedad, a la pérdida del poder adquisitivo, etc. Pero, por abajo, el ambiente de malestar social y disposición a la lucha es general. Aquí en el Estado español, según datos de la CEOE, medio millón de trabajadores han participado en huelgas en el primer trimestre del año, con un incremento de más del 70% de horas perdidas. Hemos asistido a huelgas muy masivas entre el profesorado, el sector de la limpieza, trabajadores de Justicia, y otros sectores también afectados por la crisis como los transportistas autónomos, etc. Hay ambiente y fuerza para frenar la directiva, los dirigentes sindicales tienen que dejar de poner excusas para no hacer nada, es necesario lanzar la convocatoria de huelga general europea desde ya.
7. ¿Qué se puede esperar del nuevo pacto social? - Hacer frente de forma consecuente contra la directiva europea implica un cambio total de política sindical. Los dirigentes sindicales están dispuestos a reeditar un pacto social que en tiempos de crecimiento económico, es decir, en las mejores condiciones económicas posibles bajo el capitalismo, ha significado más desigualdad social, pérdida de poder adquisitivo, superbeneficios impresionantes para una minoría insignificante de la sociedad. Si esto ha sido así en periodo de "vacas gordas", ¿qué podemos esperar los trabajadores del nuevo pacto que están negociando la CEOE, el gobierno, CCOO y UGT en tiempos de crisis? Es indignante que en una situación de deterioro acelerado de las condiciones de vida de los trabajadores por la crisis (inflación, desempleo, deterioro de la sanidad y la educación, incremento de las hipotecas, etc...) los dirigentes de CCOO y UGT digan que afrontan la negociación con el gobierno y la patronal "sin un catálogo reivindicativo". Mientras, la CEOE está a la ofensiva y no se anda con titubeos: quiere una nueva reforma laboral, moderación salarial, reducción de los gastos sociales, menos impuestos para los empresarios, etc.
8. Sindicalismo combativo, más necesario que nunca.- La cúpula de CCOO y UGT dice que el pacto social es "más necesario" en tiempos de crisis, como si todos estuviésemos "en el mismo barco" y la experiencia de los últimos años hubiese pasado en balde. Pero eso no lo puede defender nadie salvo que esté completamente alejado de las condiciones y el ambiente real que viven la mayoría de los trabajadores o que esté profundamente comprometido con los intereses del capital. Muchos dirigentes naturales de CCOO y UGT no piensan lo mismo, y no digamos la mayoría de afiliados. Lo que es más necesario que nunca es recuperar los sindicatos como instrumentos de lucha contra los planes de la patronal. Cualquier nueva reforma laboral, recorte de gastos sociales o cualquier otra retroceso que impulse la CEOE y el Gobierno debería ser respondida con una huelga general de 24 horas.
9. El capitalismo no sirve. Por una Federación Socialista de Pueblos de Europa.- En pleno siglo XXI, con un desarrollo de la tecnología, de los conocimientos y de los medios de producción que no tienen precedentes en la historia de la humanidad, el programa de los capitalistas es volver a las condiciones sociales y laborales del siglo XIX. Apenas ha estallado la burbuja especulativa sobre la vivienda, empieza la especulación de las grandes fortunas sobre los alimentos. Se habla mucho de crisis, de hambre, de desempleo, pero parece que aquí no haya culpables, o que todos estos padecimientos sean inevitables. Esto no es verdad. Sí, hay alguien que está al frente de sistema social que solo ofrece explotación, hambre y miseria: los capitalistas, los grandes monopolios, la Banca, que son los que controlan nuestras vidas. Por eso, la lucha por la mejora de nuestras condiciones de vida está completamente ligada a la lucha por el Socialismo, en el que los medios de creación de riqueza, la organización del trabajo y de nuestro tiempo estén bajo control de los trabajadores, de la mayoría de la sociedad, y no de un puñado de parásitos. La única Europa próspera, sin racismo, donde todos los pueblos vivan en paz es una Europa Socialista, dentro de un Mundo Socialista. Únete a la Corriente Marxista El Militante y lucha con nosotros.
- Por la derogación inmediata de la directiva de las 65 horas semanales
- Por la derogación inmediata de la directiva contra los trabajadores inmigrantes
- Jornada laboral de 35 horas sin reducción salarial
- Salario mínimo de 1000 euros a partir de los 16 años
- Subsidio de desempleo indefinido hasta encontrar puesto de trabajo
- Contra la subida de precios: escala móvil de los salarios
- En defensa de la sanidad y de la educación pública, basta de recortes y privatizaciones
¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!
¡FRENTE A LA OFENSIVA PATRONAL: HUELGA GENERAL EUROPEA YA!
viernes, 20 de junio de 2008
Declaración de la Corriente Marxista El Militante
Contra la directiva de las 65 horas semanales, contra la esclavitud capitalista
Los dirigentes sindicales deben convocar ya HUELGA GENERAL EN TODA EUROPA
1. Sólo quedará tiempo para trabajar y dormir, como en el siglo XIX.- Los ministros de Trabajo de los 27 Estados de la Unión Europea aprobaron el pasado 9 de junio una directiva que legaliza la jornada semanal de 60 horas; en el caso de determinados colectivos se ampliaría a 65 horas. Como las 60-65 horas se calculan como el promedio de tres meses, la jornada laboral semanal podría llegar hasta 78 horas, ya que lo único que se garantiza son 11 horas de descanso diario. Esta Directiva es un ataque salvaje, frontal e histórico contra la clase trabajadora. Los capitalistas quieren volver a imponer y legalizar las condiciones laborales del siglo XIX.
2. Peor de lo que parece.- La directiva no sólo contempla el brutal incremento de las horas de trabajo, implica cosas mucho peores. Según la Directiva el empresario podrá acordar individualmente con los trabajadores la jornada laboral, al margen de lo pactado en los convenios. El texto impone, por lo tanto, la individualización de las relaciones laborales. Se trata de un ataque directo a la unidad de los trabajadores, a la lucha colectiva y a sus organizaciones. Además, esta Directiva no viene sola. Es parte de una ofensiva general y ruidosa contra los salarios, las pensiones, los gastos sociales, por la privatización de todos los servicios públicos, etc.
3. Cinismo patronal.- Cualquier trabajador sabe por la experiencia de los últimos años, y además está probado estadísticamente, qué significa el incremento de las horas de trabajo: más accidentes laborales, más enfermedades físicas y psíquicas, deterioro de las relaciones sociales y familiares, falta de tiempo para la cultura, el deporte, etc... A pesar de que eso es evidente la Comisión Europea califica la nueva ley "como un gran paso adelante para los trabajadores europeos". La patronal catalana, en un ejercicio de cinismo ilimitado, afirma que "en realidad es una medida garantista", puesto que introduce un tope de 60 horas. El presidente de la CEOE, Díaz Ferrán, considera que "se ha interpretado mal" la directiva europea. A toda esta gentuza no le importa para nada la vida de los trabajadores, sólo les preocupa una cosa: preservar sus multimillonarios beneficios en tiempos de crisis y de competencia salvaje entre capitalistas.
4. ¿El gobierno de Zapatero se opuso?- El gobierno de Zapatero dice oponerse a la directiva, pero de entrada el ministro Corbacho ni siquiera votó NO en la reunión de ministros europeos de Trabajo donde se discutió la directiva: se abstuvo. La tibieza del gobierno del PSOE respecto a la ampliación de la jornada a 65 horas es fácil de entender pues es una medida que va en la misma dirección que los fundamentos de su propia política social y económica: mano dura contra los inmigrantes, contención salarial, reducción de impuestos para los ricos, incremento de la tarifa eléctrica y de los impuestos indirectos, etc. Como el gobierno ha aceptado la lógica del capitalismo su política no puede ser muy distinta a la que aplican los gobiernos de derechas. De hecho, conforme la crisis se hace más evidente y los capitalistas presionan más duramente para que se tomen medidas contra los trabajadores, más se está derechizando la política del gobierno.
5. Dirigentes sindicales: ¡basta de excusas para no hacer nada!- Los principales dirigentes de CCOO y UGT han dedicado duras palabras a la Directiva de las 65 horas, calificándola como el peor ataque a los trabajadores desde la creación de la Unión Europea. Sin embargo, en la práctica no están haciendo nada. Incluso hay que hacer un esfuerzo muy serio de búsqueda en los medios de comunicación y para saber qué opinan. No sólo no están proponiendo un plan de acción concreto sino que ni siquiera están haciendo una campaña informativa en las fábricas, tajos y oficinas. No parece que esto esté a la altura de un ataque que, efectivamente, es histórico.
La cúpula de CCOO y UGT está centrando todas las expectativas en el Parlamento Europeo, en el que "confían" y al que "piden sensibilidad". ¿Y qué razón hay para confiar en un Parlamento donde la derecha tiene la mayoría y que acaba de aprobar una directiva salvaje contra los trabajadores inmigrantes, apoyada incluso por los parlamentarios del PSOE? La única manera real de obligar a la burguesía europea a retirar la directiva de las 65 horas es movilizando de forma contundente y unitaria a los trabajadores de toda Europa.
6. Malestar social y disposición a la lucha de los trabajadores.- La convocatoria de una huelga general de 24 horas por la retirada de la Directiva de las 65 horas sería recibida con entusiasmo por los trabajadores de toda Europa. Está habiendo movilizaciones obreras y huelgas masivas en todos los países de Europa que la prensa oculta deliberadamente: en Francia, en Portugal, en Grecia, en Dinamarca, en Suiza, sólo por mencionar los más recientes. Incluso en Gran Bretaña y en el Este europeo, después de muchos años, está habiendo un repunte de las luchas. Si la mayoría de gobiernos en Europa son de derechas, no es por la debilidad de los trabajadores, es por el fracaso de los gobiernos socialdemócratas que son capaces de ofrecer una alternativa al desempleo, a la precariedad, a la pérdida del poder adquisitivo, etc. Pero, por abajo, el ambiente de malestar social y disposición a la lucha es general. Aquí en el Estado español, según datos de la CEOE, medio millón de trabajadores han participado en huelgas en el primer trimestre del año, con un incremento de más del 70% de horas perdidas. Hemos asistido a huelgas muy masivas entre el profesorado, el sector de la limpieza, trabajadores de Justicia, y otros sectores también afectados por la crisis como los transportistas autónomos, etc. Hay ambiente y fuerza para frenar la directiva, los dirigentes sindicales tienen que dejar de poner excusas para no hacer nada, es necesario lanzar la convocatoria de huelga general europea desde ya.
7. ¿Qué se puede esperar del nuevo pacto social? - Hacer frente de forma consecuente contra la directiva europea implica un cambio total de política sindical. Los dirigentes sindicales están dispuestos a reeditar un pacto social que en tiempos de crecimiento económico, es decir, en las mejores condiciones económicas posibles bajo el capitalismo, ha significado más desigualdad social, pérdida de poder adquisitivo, superbeneficios impresionantes para una minoría insignificante de la sociedad. Si esto ha sido así en periodo de "vacas gordas", ¿qué podemos esperar los trabajadores del nuevo pacto que están negociando la CEOE, el gobierno, CCOO y UGT en tiempos de crisis? Es indignante que en una situación de deterioro acelerado de las condiciones de vida de los trabajadores por la crisis (inflación, desempleo, deterioro de la sanidad y la educación, incremento de las hipotecas, etc...) los dirigentes de CCOO y UGT digan que afrontan la negociación con el gobierno y la patronal "sin un catálogo reivindicativo". Mientras, la CEOE está a la ofensiva y no se anda con titubeos: quiere una nueva reforma laboral, moderación salarial, reducción de los gastos sociales, menos impuestos para los empresarios, etc.
8. Sindicalismo combativo, más necesario que nunca.- La cúpula de CCOO y UGT dice que el pacto social es "más necesario" en tiempos de crisis, como si todos estuviésemos "en el mismo barco" y la experiencia de los últimos años hubiese pasado en balde. Pero eso no lo puede defender nadie salvo que esté completamente alejado de las condiciones y el ambiente real que viven la mayoría de los trabajadores o que esté profundamente comprometido con los intereses del capital. Muchos dirigentes naturales de CCOO y UGT no piensan lo mismo, y no digamos la mayoría de afiliados. Lo que es más necesario que nunca es recuperar los sindicatos como instrumentos de lucha contra los planes de la patronal. Cualquier nueva reforma laboral, recorte de gastos sociales o cualquier otra retroceso que impulse la CEOE y el Gobierno debería ser respondida con una huelga general de 24 horas.
9. El capitalismo no sirve. Por una Federación Socialista de Pueblos de Europa.- En pleno siglo XXI, con un desarrollo de la tecnología, de los conocimientos y de los medios de producción que no tienen precedentes en la historia de la humanidad, el programa de los capitalistas es volver a las condiciones sociales y laborales del siglo XIX. Apenas ha estallado la burbuja especulativa sobre la vivienda, empieza la especulación de las grandes fortunas sobre los alimentos. Se habla mucho de crisis, de hambre, de desempleo, pero parece que aquí no haya culpables, o que todos estos padecimientos sean inevitables. Esto no es verdad. Sí, hay alguien que está al frente de sistema social que solo ofrece explotación, hambre y miseria: los capitalistas, los grandes monopolios, la Banca, que son los que controlan nuestras vidas. Por eso, la lucha por la mejora de nuestras condiciones de vida está completamente ligada a la lucha por el Socialismo, en el que los medios de creación de riqueza, la organización del trabajo y de nuestro tiempo estén bajo control de los trabajadores, de la mayoría de la sociedad, y no de un puñado de parásitos. La única Europa próspera, sin racismo, donde todos los pueblos vivan en paz es una Europa Socialista, dentro de un Mundo Socialista. Únete a la Corriente Marxista El Militante y lucha con nosotros.
- Por la derogación inmediata de la directiva de las 65 horas semanales
- Por la derogación inmediata de la directiva contra los trabajadores inmigrantes
- Jornada laboral de 35 horas sin reducción salarial
- Salario mínimo de 1000 euros a partir de los 16 años
- Subsidio de desempleo indefinido hasta encontrar puesto de trabajo
- Contra la subida de precios: escala móvil de los salarios
- En defensa de la sanidad y de la educación pública, basta de recortes y privatizaciones
¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!
¡FRENTE A LA OFENSIVA PATRONAL: HUELGA GENERAL EUROPEA YA!
lunes, 16 de junio de 2008
EMPATE TECNICO Y CONFUSIONISMO
No sabemos mucho de lo que ocurre realmente en este socialismo tan complejo que tenemos en la Comunidad Valenciana y, mucho menos, en Castellón. Hay que remontarse a las informaciones de los periódicos y a las opiniones que, desde diferentes espacios socialistas, quieren dejar algunos protagonistas ó testigos de los sucesos que van teniendo lugar.
Una vez celebrados los congresos comarcales sabemos que en Castellón estamos tan divididos como siempre, aunque no tenemos muy claro los militantes que quienes estuvieron en esos congresos nos representaran realmente. Al menos es así en el caso de Benicássim, y creo que en los demás también. Creo haber dicho que me negué a votar en mi agrupación por considerar que las listas cerradas y el proceso seguido para la elección de la misma no era democrático, uniéndome así a los compañeros del GTS, que decidieron tomar la misma postura.
Por tanto, yo como militante, considero que las personas que estaban en ese congreso representando a Benicássim se representaban a ellos mismos y a la familia colomerista, versus lermista, que domina la agrupación y rechazo el sistema impuesto desde el partido de listas cerradas y lo que ha rodeado la elección de la misma.
Por supuesto, previamente a este congreso comarcal ya había habido contactos con Villarreal y la parte lermista de Castellón, con el fin de colocar como delegados al menos a dos de los lermistas, que fueron en este caso Susana Ros de Benicássim, que le debe a Lerma el haber ido la tercera en las listas al Congreso, aunque no pudo conseguir el escaño finalmente. El otro fue Javier Serralvo de Villarreal. Por parte de los municipalistas, como les gusta ser llamados y porque ese nombre representa mejor sus ideas, pudo conseguir lugar el Secretario de Organización de Castellón, Juli Domingo.
Hubo, eso si, una tercera lista, que encabezaba Clara Tirado, y que parece todo el mundo da por supuesto que apoyaba al candidato Jorge Alarte, aunque no consiguió más que un 15 por ciento de votos.
Así que ahora sabemos que Puig sólo cuenta con el cincuenta por ciento de los apoyos en Castellón y que la otra mitad podría el congreso autonómico apoyar a Romeu o quizá presentar un nuevo candidato, que no ha quedado muy claro eso todavía, aunque Romeu hace muy pocos días tuvo una reunión en la sede de Carcagente con un sector representativo de los municipalistas.
PERSISTEN LAS VIEJAS COSTUMBRES QUE HAN CONDUCIDO A QUE EL PSPV LLEVE QUINCE AÑOS SEGUIDOS SIN GANAR UNAS ELECCIONES
Y esto si que es urgente porque no sólo llevamos quince años perdiendo, es que es aún peor, el mensaje del PP se asienta, enraiza y cala y cada vez perdemos por mayor distancia con los populares. ¿Hasta cuando vamos a seguir persistiendo en no querer ver lo que realmente nos lleva a las derrotas ?¿no somos capaces de comprender que hay que renovarse, que hay que dar una oportunidad a otras acciones, a otros mensajes, a otros proyectos? ¿cómo ganar si son las mismas personas que llevan quince años perdiendo las que quieren seguir dirigiendo y ganar cuando los populares pierdan y no cuando nosotros merezcamos ganar?
El lermismo no deja de enredar y se aprovecha de que a través de la gestora tiene el control del partido en este momento, siguiendo sus enseñanzas otros seguidores tratan de repetir lo mismo en sus agrupaciones. Eso sólo conduce al fracaso.
«Así las cosas, los socialistas valencianos, en la oposición desde hace 15 años y con una organización muy debilitada, siguen con las viejas costumbres. Los ciscaristas, familia socialista arrinconada durante los últimos años, han cobrado brío en este proceso, mientras el lermismo se mantiene gracias a que controla el aparato del PSPV. Los ex sevillistas, ahora alineados en la plataforma por el cambio, han hecho frente en Castellón al lermista Joaquim Puig y se encuentran prácticamente empatados. En Valencia, Alarte y Puig pasan por ser mayoritarios, mientras en Alicante la situación es más indefinida. Son muchas las cábalas, pero la realidad es que, es tal la confusión orgánica que nadie sabe con cuantos apoyos cuenta cada precandidato y cuál es la fuerza de cada familia del PSPV » dice El País en el día de hoy.
Y si les dijese yo ahora que más del noventa por ciento de los 103 delegados que irán a Madrid son caras que aburren de tanto ser repetitivas. Siempre los mismos, a todo, en todo, ocupando todo. Pasa en Benicássim, así que no es extraño que pase en otros espacios políticos, como hablar de renovación...
http://historiasdebenicassim.blogspot.com
Una vez celebrados los congresos comarcales sabemos que en Castellón estamos tan divididos como siempre, aunque no tenemos muy claro los militantes que quienes estuvieron en esos congresos nos representaran realmente. Al menos es así en el caso de Benicássim, y creo que en los demás también. Creo haber dicho que me negué a votar en mi agrupación por considerar que las listas cerradas y el proceso seguido para la elección de la misma no era democrático, uniéndome así a los compañeros del GTS, que decidieron tomar la misma postura.
Por tanto, yo como militante, considero que las personas que estaban en ese congreso representando a Benicássim se representaban a ellos mismos y a la familia colomerista, versus lermista, que domina la agrupación y rechazo el sistema impuesto desde el partido de listas cerradas y lo que ha rodeado la elección de la misma.
Por supuesto, previamente a este congreso comarcal ya había habido contactos con Villarreal y la parte lermista de Castellón, con el fin de colocar como delegados al menos a dos de los lermistas, que fueron en este caso Susana Ros de Benicássim, que le debe a Lerma el haber ido la tercera en las listas al Congreso, aunque no pudo conseguir el escaño finalmente. El otro fue Javier Serralvo de Villarreal. Por parte de los municipalistas, como les gusta ser llamados y porque ese nombre representa mejor sus ideas, pudo conseguir lugar el Secretario de Organización de Castellón, Juli Domingo.
Hubo, eso si, una tercera lista, que encabezaba Clara Tirado, y que parece todo el mundo da por supuesto que apoyaba al candidato Jorge Alarte, aunque no consiguió más que un 15 por ciento de votos.
Así que ahora sabemos que Puig sólo cuenta con el cincuenta por ciento de los apoyos en Castellón y que la otra mitad podría el congreso autonómico apoyar a Romeu o quizá presentar un nuevo candidato, que no ha quedado muy claro eso todavía, aunque Romeu hace muy pocos días tuvo una reunión en la sede de Carcagente con un sector representativo de los municipalistas.
PERSISTEN LAS VIEJAS COSTUMBRES QUE HAN CONDUCIDO A QUE EL PSPV LLEVE QUINCE AÑOS SEGUIDOS SIN GANAR UNAS ELECCIONES
Y esto si que es urgente porque no sólo llevamos quince años perdiendo, es que es aún peor, el mensaje del PP se asienta, enraiza y cala y cada vez perdemos por mayor distancia con los populares. ¿Hasta cuando vamos a seguir persistiendo en no querer ver lo que realmente nos lleva a las derrotas ?¿no somos capaces de comprender que hay que renovarse, que hay que dar una oportunidad a otras acciones, a otros mensajes, a otros proyectos? ¿cómo ganar si son las mismas personas que llevan quince años perdiendo las que quieren seguir dirigiendo y ganar cuando los populares pierdan y no cuando nosotros merezcamos ganar?
El lermismo no deja de enredar y se aprovecha de que a través de la gestora tiene el control del partido en este momento, siguiendo sus enseñanzas otros seguidores tratan de repetir lo mismo en sus agrupaciones. Eso sólo conduce al fracaso.
«Así las cosas, los socialistas valencianos, en la oposición desde hace 15 años y con una organización muy debilitada, siguen con las viejas costumbres. Los ciscaristas, familia socialista arrinconada durante los últimos años, han cobrado brío en este proceso, mientras el lermismo se mantiene gracias a que controla el aparato del PSPV. Los ex sevillistas, ahora alineados en la plataforma por el cambio, han hecho frente en Castellón al lermista Joaquim Puig y se encuentran prácticamente empatados. En Valencia, Alarte y Puig pasan por ser mayoritarios, mientras en Alicante la situación es más indefinida. Son muchas las cábalas, pero la realidad es que, es tal la confusión orgánica que nadie sabe con cuantos apoyos cuenta cada precandidato y cuál es la fuerza de cada familia del PSPV » dice El País en el día de hoy.
Y si les dijese yo ahora que más del noventa por ciento de los 103 delegados que irán a Madrid son caras que aburren de tanto ser repetitivas. Siempre los mismos, a todo, en todo, ocupando todo. Pasa en Benicássim, así que no es extraño que pase en otros espacios políticos, como hablar de renovación...
http://historiasdebenicassim.blogspot.com
lunes, 9 de junio de 2008
LA UE CONTRA LOS INMIGRANTES: La "Directiva de la vergüenza"
escrito por Sergio García (Inmigrante argentino)
lunes, 09 de junio de 2008
El fenómeno de la inmigración ocupa ya la portada de la realidad de hoy. La crisis económica mundial del capitalismo está sacando a la superficie todo lo acumulado durante décadas. Al endurecimiento de las leyes migratorias durante los últimos años le siguió la demagogia racista de los candidatos de derecha (Francia, Suiza, Italia...). A la explotación brutal de mano de obra barata le siguió la represión sistemática y la "caza de negros" (El Ejido). Ahora le toca el turno a las leyes discriminatorias y la persecución étnica desde el Estado (gitanos y rumanos en Italia). Después de todo... ¿No estamos ya en la era de la "globalización"?
Tras más de dos años de discusiones, los países de la Unión Europea han acordado una legislación con normas comunes para el "retorno" de inmigrantes "ilegales". El texto de la Directiva de Retorno, bautizada por los movimientos pro derechos humanos y asociaciones de inmigrantes como la "Directiva de la vergüenza" fue pactado por unanimidad, aunque debe ser aún aprobado por el Parlamento Europeo antes de su ratificación final por los ministros de Justicia e Interior los días 5 y 6 de junio. Las medidas en concreto serán:
· Retención de los inmigrantes en centros de internamiento hasta un periodo de 18 meses.
· Establecer un periodo para "retorno voluntario" de 7 a 30 días.
· Ante la falta de estos centros los "indocumentados" pueden ingresar en prisión.
· Prohibición de reingreso en la UE a las personas expulsadas en un plazo máximo de cinco años (aunque se puede extender si se considera a la persona "una amenaza para el orden público").
· La asistencia legal durante todo el proceso no será gratuita ni financiada por el Estado sino que se "puede" ayudar si el inmigrante lo necesita.
· Se abre la posibilidad de recluir y expulsar a menores.
Como vemos toda una violación a los derechos fundamentales de las personas. Ser inmigrante será delito. Ya podemos imaginarnos las consecuencias de esto. Los racistas y los nazis se deben estar frotando las manos con los acontecimientos en Italia. Razonan: "¡Si el Estado lo hace, nosotros también!".
Por supuesto desde el Parlamento Europeo dicen que estas medidas son para cuidarnos mejor. ¿Realmente es así?
¿Cuál es la situación actual de los inmigrantes?
La Comisión Europea estima en ocho millones los inmigrantes sin papeles que viven, trabajan, sufren y luchan por sus vidas en la UE. Al trauma de dejar tu tierra, tu familia, amigos, etc., se suman la explotación, persecución, condiciones miserables, y racismo.
Existen más de 280 Centros de Internamiento (los "Guantánamos" europeos) desperdigados por Europa. Se calculan entre 20.000 y 25.000 los inmigrantes detenidos durante largos períodos de tiempo esperando su "retorno". El País decía el 18 de mayo: "Los investigadores han encontrado detenidos durante más de tres años en Chipre y Estonia". Y más adelante señala: "Las situaciones de encierro prolongadas eran difícilmente soportables y constituían situaciones patógenas acentuadas por las condiciones de los lugares, impropios para largas estancias, la incomprensión de los procedimientos y la incertidumbre sobre la duración del encierro. Las condiciones de higiene son muy variables. Desde globalmente correctas... hasta inaceptables; es decir, inhumanas y degradantes en ciertos países visitados, por ejemplo, Chipre, Malta, España, Italia y Grecia".
Agreguemos que además existen muchos otros "centros de acogida" que en realidad funcionan como prisiones clandestinas, algunas veces en las propias comisarías. Allí la arbitrariedad está a la orden del día: torturas, violaciones, premios y castigos, aislamiento, celdas sin luz, poca comida, condiciones insalubres, etc. A raíz de esto se produjeron huelgas de hambre como la reciente en el Centro de Internamiento para Extranjeros en el barrio madrileño de Aluche.
La inmensa mayoría de los que venimos a buscar una vida mejor por tierras europeas somos trabajadores. En el Estado español, casi cuatro millones de personas. Unos dos millones en situación "ilegal". Muchos no tienen derecho a votar. Nos podemos matar en una obra, pagar los impuestos, cumplir nuestras obligaciones... ¡pero no nos dejan participar en la vida política del país! ¿Qué clase de democracia es ésta?
Cuando llegas a otro país sin papeles te encuentras en la situación de trabajar en lo que puedas o morirte de hambre. El patrón en cualquier empresa nos dice "esto es lo que ofrezco, tómalo o déjalo". Trabajamos sin ningún derecho. Pero pronto el obrero nativo y el extranjero trabajan en las mismas condiciones porque el patrón ya no distingue quién es inmigrante y quién no. Para él somos todos "sus" obreros y nos exprime para aumentar "sus" beneficios. Cuando siente el peligro de la unión entre obreros coge al trabajador español y le dice al oído "son demasiados y nos traen problemas". ¡Así fomentan el racismo en nuestras filas!
La burguesía mundial tiene inmensos recursos en su poder: las empresas, los bancos, las leyes, las fuerzas de seguridad y los grandes medios de comunicación. Utilizó todo este aparato preparando durante años una maraña de leyes represivas y sembró la semilla del odio contra "los que vienen de fuera" entre sectores de la sociedad. Explota mano de obra barata o esclava (África, Asia), hace guerras de conquista (Iraq, Afganistán), organiza golpes de Estado (América Latina). Estos "ilustres ciudadanos del mundo" nos acusan a los trabajadores inmigrantes de... ¡perturbar la seguridad de los países civilizados!
La derecha nos culpa de todo: quitamos el trabajo a los europeos, empeoramos los servicios, los hospitales colapsan porque somos muchos, creamos inseguridad, traemos enfermedades, venimos a robar, queremos imponer nuestras costumbres, somos mafiosos, violentos, analfabetos, intolerantes, etc. Por supuesto que el Partido Popular Europeo fue el que impulsó la Directiva. Aquí no hay dudas: la derecha es el brazo político de la burguesía, son lo mismo y actúan con convicción defendiendo sus intereses de clase.
La socialdemocracia no tiene alternativa
Pero lo realmente preocupante para los inmigrantes (y para los nativos también) es que las direcciones de la izquierda se hacen eco de todas estas mentiras, incluso peor aún ya que intentan competir con el mismo discurso reaccionario.
En el Estado español el nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, no ha tardado en anunciar una reforma de la actual Ley de Extranjería con el objetivo de incorporar algunos de los aspectos de la represiva normativa europea. Por ejemplo, Corbacho se ha mostrado partidario de ampliar el periodo de retención (de 40 a 60 días).
Además, ha planteado que hay que "gobernar el fenómeno de la inmigración reforzando su vinculación con las necesidades del mercado laboral y garantizando que no suponga pérdida en la calidad de los servicios públicos". Un discurso, en esencia, cuyo mensaje es similar al de la derecha: El inmigrante tiene la culpa de todos nuestros males (paro, masificación de los servicios públicos...)
Otra de las medidas estrella del gobierno del PSOE en esta materia es el plan de "retorno voluntario" para los inmigrantes que pierdan el empleo (dándoles de una vez todas las prestaciones generadas a lo largo de su vida laboral). En realidad, fomentar su expulsión por las "buenas", para tratar de no mancharse las manos con métodos más expeditivos (como los que están preparando).
Porque los inmigrantes no deslocalizamos empresas como los empresarios "nativos" destruyendo miles de puestos de trabajo, no privatizamos los servicios públicos convirtiendo derechos fundamentales en negocios, no explotamos a los trabajadores de aquí porque sufrimos con ellos en el mismo puesto de trabajo, no luchamos por congelar los salarios, no especulamos con la vivienda y los alimentos.
La socialdemocracia ha prometido durante décadas que bajo el capitalismo las libertades se ampliarían, el bienestar se generalizaría, que el progreso y el pleno empleo lo tendríamos a la vuelta de la esquina. Era la bandera del reformismo. Está ocurriendo todo lo contrario. En vez de prepararnos para una lucha inevitable intentaron "gestionar" la sociedad capitalista. Asumieron que los inmigrantes somos ciudadanos de segunda y tercera clase, que no merecemos plenos derechos y nos excluyen de las organizaciones donde están los trabajadores nativos. ¡Éste es el peor daño que los dirigentes políticos y sindicales han hecho a nuestra clase!
Organizar a los trabajadores nativos y extranjeros es parte fundamental de la lucha contra la barbarie y el racismo. Hay que recuperar los derechos que nos quitaron y movilizarnos contra las leyes reaccionarias, pero eso no basta. Debemos organizarnos políticamente para levantar una alternativa revolucionaria.
¡Proletarios del mundo, uníos!
El Militante
lunes, 09 de junio de 2008
El fenómeno de la inmigración ocupa ya la portada de la realidad de hoy. La crisis económica mundial del capitalismo está sacando a la superficie todo lo acumulado durante décadas. Al endurecimiento de las leyes migratorias durante los últimos años le siguió la demagogia racista de los candidatos de derecha (Francia, Suiza, Italia...). A la explotación brutal de mano de obra barata le siguió la represión sistemática y la "caza de negros" (El Ejido). Ahora le toca el turno a las leyes discriminatorias y la persecución étnica desde el Estado (gitanos y rumanos en Italia). Después de todo... ¿No estamos ya en la era de la "globalización"?
Tras más de dos años de discusiones, los países de la Unión Europea han acordado una legislación con normas comunes para el "retorno" de inmigrantes "ilegales". El texto de la Directiva de Retorno, bautizada por los movimientos pro derechos humanos y asociaciones de inmigrantes como la "Directiva de la vergüenza" fue pactado por unanimidad, aunque debe ser aún aprobado por el Parlamento Europeo antes de su ratificación final por los ministros de Justicia e Interior los días 5 y 6 de junio. Las medidas en concreto serán:
· Retención de los inmigrantes en centros de internamiento hasta un periodo de 18 meses.
· Establecer un periodo para "retorno voluntario" de 7 a 30 días.
· Ante la falta de estos centros los "indocumentados" pueden ingresar en prisión.
· Prohibición de reingreso en la UE a las personas expulsadas en un plazo máximo de cinco años (aunque se puede extender si se considera a la persona "una amenaza para el orden público").
· La asistencia legal durante todo el proceso no será gratuita ni financiada por el Estado sino que se "puede" ayudar si el inmigrante lo necesita.
· Se abre la posibilidad de recluir y expulsar a menores.
Como vemos toda una violación a los derechos fundamentales de las personas. Ser inmigrante será delito. Ya podemos imaginarnos las consecuencias de esto. Los racistas y los nazis se deben estar frotando las manos con los acontecimientos en Italia. Razonan: "¡Si el Estado lo hace, nosotros también!".
Por supuesto desde el Parlamento Europeo dicen que estas medidas son para cuidarnos mejor. ¿Realmente es así?
¿Cuál es la situación actual de los inmigrantes?
La Comisión Europea estima en ocho millones los inmigrantes sin papeles que viven, trabajan, sufren y luchan por sus vidas en la UE. Al trauma de dejar tu tierra, tu familia, amigos, etc., se suman la explotación, persecución, condiciones miserables, y racismo.
Existen más de 280 Centros de Internamiento (los "Guantánamos" europeos) desperdigados por Europa. Se calculan entre 20.000 y 25.000 los inmigrantes detenidos durante largos períodos de tiempo esperando su "retorno". El País decía el 18 de mayo: "Los investigadores han encontrado detenidos durante más de tres años en Chipre y Estonia". Y más adelante señala: "Las situaciones de encierro prolongadas eran difícilmente soportables y constituían situaciones patógenas acentuadas por las condiciones de los lugares, impropios para largas estancias, la incomprensión de los procedimientos y la incertidumbre sobre la duración del encierro. Las condiciones de higiene son muy variables. Desde globalmente correctas... hasta inaceptables; es decir, inhumanas y degradantes en ciertos países visitados, por ejemplo, Chipre, Malta, España, Italia y Grecia".
Agreguemos que además existen muchos otros "centros de acogida" que en realidad funcionan como prisiones clandestinas, algunas veces en las propias comisarías. Allí la arbitrariedad está a la orden del día: torturas, violaciones, premios y castigos, aislamiento, celdas sin luz, poca comida, condiciones insalubres, etc. A raíz de esto se produjeron huelgas de hambre como la reciente en el Centro de Internamiento para Extranjeros en el barrio madrileño de Aluche.
La inmensa mayoría de los que venimos a buscar una vida mejor por tierras europeas somos trabajadores. En el Estado español, casi cuatro millones de personas. Unos dos millones en situación "ilegal". Muchos no tienen derecho a votar. Nos podemos matar en una obra, pagar los impuestos, cumplir nuestras obligaciones... ¡pero no nos dejan participar en la vida política del país! ¿Qué clase de democracia es ésta?
Cuando llegas a otro país sin papeles te encuentras en la situación de trabajar en lo que puedas o morirte de hambre. El patrón en cualquier empresa nos dice "esto es lo que ofrezco, tómalo o déjalo". Trabajamos sin ningún derecho. Pero pronto el obrero nativo y el extranjero trabajan en las mismas condiciones porque el patrón ya no distingue quién es inmigrante y quién no. Para él somos todos "sus" obreros y nos exprime para aumentar "sus" beneficios. Cuando siente el peligro de la unión entre obreros coge al trabajador español y le dice al oído "son demasiados y nos traen problemas". ¡Así fomentan el racismo en nuestras filas!
La burguesía mundial tiene inmensos recursos en su poder: las empresas, los bancos, las leyes, las fuerzas de seguridad y los grandes medios de comunicación. Utilizó todo este aparato preparando durante años una maraña de leyes represivas y sembró la semilla del odio contra "los que vienen de fuera" entre sectores de la sociedad. Explota mano de obra barata o esclava (África, Asia), hace guerras de conquista (Iraq, Afganistán), organiza golpes de Estado (América Latina). Estos "ilustres ciudadanos del mundo" nos acusan a los trabajadores inmigrantes de... ¡perturbar la seguridad de los países civilizados!
La derecha nos culpa de todo: quitamos el trabajo a los europeos, empeoramos los servicios, los hospitales colapsan porque somos muchos, creamos inseguridad, traemos enfermedades, venimos a robar, queremos imponer nuestras costumbres, somos mafiosos, violentos, analfabetos, intolerantes, etc. Por supuesto que el Partido Popular Europeo fue el que impulsó la Directiva. Aquí no hay dudas: la derecha es el brazo político de la burguesía, son lo mismo y actúan con convicción defendiendo sus intereses de clase.
La socialdemocracia no tiene alternativa
Pero lo realmente preocupante para los inmigrantes (y para los nativos también) es que las direcciones de la izquierda se hacen eco de todas estas mentiras, incluso peor aún ya que intentan competir con el mismo discurso reaccionario.
En el Estado español el nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, no ha tardado en anunciar una reforma de la actual Ley de Extranjería con el objetivo de incorporar algunos de los aspectos de la represiva normativa europea. Por ejemplo, Corbacho se ha mostrado partidario de ampliar el periodo de retención (de 40 a 60 días).
Además, ha planteado que hay que "gobernar el fenómeno de la inmigración reforzando su vinculación con las necesidades del mercado laboral y garantizando que no suponga pérdida en la calidad de los servicios públicos". Un discurso, en esencia, cuyo mensaje es similar al de la derecha: El inmigrante tiene la culpa de todos nuestros males (paro, masificación de los servicios públicos...)
Otra de las medidas estrella del gobierno del PSOE en esta materia es el plan de "retorno voluntario" para los inmigrantes que pierdan el empleo (dándoles de una vez todas las prestaciones generadas a lo largo de su vida laboral). En realidad, fomentar su expulsión por las "buenas", para tratar de no mancharse las manos con métodos más expeditivos (como los que están preparando).
Porque los inmigrantes no deslocalizamos empresas como los empresarios "nativos" destruyendo miles de puestos de trabajo, no privatizamos los servicios públicos convirtiendo derechos fundamentales en negocios, no explotamos a los trabajadores de aquí porque sufrimos con ellos en el mismo puesto de trabajo, no luchamos por congelar los salarios, no especulamos con la vivienda y los alimentos.
La socialdemocracia ha prometido durante décadas que bajo el capitalismo las libertades se ampliarían, el bienestar se generalizaría, que el progreso y el pleno empleo lo tendríamos a la vuelta de la esquina. Era la bandera del reformismo. Está ocurriendo todo lo contrario. En vez de prepararnos para una lucha inevitable intentaron "gestionar" la sociedad capitalista. Asumieron que los inmigrantes somos ciudadanos de segunda y tercera clase, que no merecemos plenos derechos y nos excluyen de las organizaciones donde están los trabajadores nativos. ¡Éste es el peor daño que los dirigentes políticos y sindicales han hecho a nuestra clase!
Organizar a los trabajadores nativos y extranjeros es parte fundamental de la lucha contra la barbarie y el racismo. Hay que recuperar los derechos que nos quitaron y movilizarnos contra las leyes reaccionarias, pero eso no basta. Debemos organizarnos políticamente para levantar una alternativa revolucionaria.
¡Proletarios del mundo, uníos!
El Militante
domingo, 8 de junio de 2008
37 CONGRESO: NECESIDAD DE GIRO A LA IZQUIERDA
Estamos en puertas de dos Congresos importantes para nuestro partido. El Congreso Extraordinario que celebraremos el próximo sábado 7-6-08 en el Hotel NH de Málaga y el Ordinario que celebraremos el próximo día 19-7-08. Nuestras posiciones en este proceso congresual, como es costumbre por parte de nuestra corriente, han sido serias y eminentemente políticas. Hemos rechazado siempre, y lo seguimos haciendo, el entrar en el debate personalista de listas y componendas. Nosotros queremos debatir de política, de proyectos sociales, de cómo solucionar los problemas de la clase trabajadora a la que nuestro partido se debe. Nunca hemos rehuido el diálogo y el debate de ideas; hemos sido invitados al diálogo, tanto por la nueva corriente “Alternativa Socialista” como por el candidato “oficialista”. Siempre hemos estado dispuestos a hablar con todos los compañeros, pero parece ser que a la inversa no es lo mismo; No hemos podido tener reuniones formales con ninguna de las dos corrientes mencionadas. Las propuestas se han ido dilatando y una de las reuniones que estaba prevista para el jueves próximo, ha sido abortada porque uno de los candidatos, una vez que estaba comprometido de palabra, desde hace días en celebrar una reunión con nuestra Coordinadora Provincial, no la podrá celebrar con nosotros porque tenía otro compromiso casi a la misma hora en una comarca de Málaga.
Nuestra corriente sigue insistiendo que los trabajadores necesitamos un programa auténticamente socialista y una dirección firme que luche por llevarlo a cabo. Esto, democráticamente sería posible, si nuestra corriente, que todavía es minoritaria en el PSOE, contara con unos cuantos millares de militantes más, y contásemos además, con el apoyo de varios millones de afiliados, militantes y simpatizantes que nos dieran su confianza, así como el empuje del movimiento sindical y juvenil. Democráticamente es posible de esa forma, ganar la mayoría del Congreso para aplicar las conquistas programáticas que la clase trabajadora necesita para construir entre todos el socialismo que defendemos en la Enmienda que se ha presentado a través de IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA que ha resultado aprobada en varias Agrupaciones de la Provincia, que también se asumió por la Coordinadora Federal de IS-PSOE en la Asamblea de Madrid del 25-5-08 a propuesta de la Asamblea de Málaga del 18-5-08.
Nuestros análisis, como hemos planteado en el documento aprobado por la Asamblea (pinchar en:
http://ispsoemalaga.org/2008/05/20/congreso-psoe-enmienda-de-sustitucion-al-apartado-i-globalizacion-economica-nuevo-modelo-productivo-y-estado-dinamizador/
difieren en lo esencial con la ponencia oficial, por lo que hemos aportado esta enmienda de sustitución porque entendemos que la crisis económica, social y política en la que hemos entrado está afectando ampliamente las relaciones de la burguesía con la clase trabajadora, crisis que puede profundizarse y derivar en una recesión con convulsiones sociales virulentas.
Si no se toman las medidas político-sociales adecuadas, esto puede ser muy grave para los intereses de los trabajadores, pues la intención de la burguesía es descargar la crisis sobre las espaldas de los económicamente más débiles, que es la clase trabajadora y los pobres. Es por tanto, imprescindible seguir luchando por el cambio social.
Unos de los obstáculos principales que nos encontramos en el camino de la transformación socialista de la sociedad, es sin duda, desde hace tiempo, el carácter reformista y oportunista de algunas de las direcciones de los partidos de la izquierda, que son completamente incapaces, por su infiltración pequeño-burguesa, (y a veces, digámoslo claro, por su defensa de unas políticas liberales ajenas al socialismo) de ofrecer una alternativa firme de cambio de sistema favorables a nuestra clase.
La crisis, se niegue o no, ha llegado y la clase trabajadora de todos los países muestra ya una inquietud muy profunda y observamos ya a millones de personas que presionan en una lucha feroz contra sus burguesías respectivas, exigiendo una salida a la cuestión social, pero ven un obstáculo en sus direcciones que les obstruyen el camino, debido a su enorme aparato burocrático cuyos intereses se difuminan con los de la burguesía, habiéndose convertido en conservadores, yendo al culo del movimiento obrero y no a su vanguardia, como debiera ser.
Los trabajadores del Estado Español, durante la transición hicieron una serie de tentativas heroicas que les hubiese permitido tomar el poder y la dirección de la sociedad, poniendo las bases para la transición hacia una verdadera sociedad socialista, democrática y autogestionada, pero fue la incapacidad de las direcciones de todos los partidos de la izquierda, tanto los llamados revolucionarios, como los reformistas, incluyendo en éstos al PCE y al PSOE, los que actuaron de freno, con la vieja “copla” de primero la democracia burguesa y más tarde el socialismo.
Ahora que se habla tanto de los 40 años del Mayo del 68, en Francia, recordamos cómo la poderosa clase trabajadora y los estudiantes, con la Huelga General Pacífica, las ocupaciones de fábricas, tomando el poder en sus manos, hizo colapsar al sistema y demostró muy a las claras que los trabajadores estaban dispuestos a derribar el capitalismo porque fuerzas les sobraba. No obstante, las direcciones de los partidos de la izquierda, estalinistas, anarquistas, socialistas, sindicalistas y demás, no estuvieron a la altura de las circunstancias, devolviendo el poder a la burguesía, cuando la clase trabajadora lo dominaba todo.
La oleada de luchas sin precedentes de los años 70, con huelgas, ocupaciones, formación rápida de nuevos sindicatos con un crecimiento prodigioso, tanto cuantitativa como cualitativamente, expresaban las aspiraciones de las masas, que querían cambiar la sociedad, que lucharon una y otra vez “Por el Cambio”, estando dispuestos a llevar a cabo la misión que la historia les tiene asignada, pero las direcciones con su política de pactos y consensos, descarrilló ese importante intento de ir directos al socialismo con democracia obrera.
El giro hacia la derecha experimentado por la cúpula del PCE y del PSOE en esa década, aceptando un compromiso claro del orden burgués, jugando un papel claramente anti-obrero, que no sólo se dio en el Estado Español, sino en el mundo entero, creó unas dificultades enormes a la clase trabajadora para buscar el camino del socialismo, cuando sus propias direcciones les decían que no podía ser.
En la actualidad, bajo la presión de la crisis económica, de la inflación que se come los salarios, del paro forzoso, que aterroriza a los trabajadores y los deja arrumbados como una colilla, de las guerras, de las hambrunas y la explotación, vemos el resurgir del movimiento obrero, cuya orientación está determinada, por una parte, por las propias condiciones objetivas del capitalismo en descomposición, sus corrupciones y su degeneración, y por otra parte, por la política inservible de las actuales direcciones reformistas que es preciso cambiar.
Analizando estos dos factores fundamentales, vemos que el primero, o sea, las crisis cíclicas del sistema capitalista, no han desaparecido como nos querían hacer creer los reformistas que habían acoplado sus análisis a los de los estrategas de la burguesía, sino que se presenta ahora con más virulencia por las trampas y actuaciones improcedentes en la marcha de la economía, poniendo a las claras que las leyes de la economía y de la historia son más poderosas que los deseos de los aparatos burocráticos del reformismo y de la burguesía juntos, pues la crisis ha llegado y la recesión está detrás de la puerta. En cuanto al factor subjetivo, es preciso seguir construyendo y fortaleciendo una verdadera dirección que esté a la altura del momento requerido.
Hagan lo que hagan los gobiernos en este atolladero de crisis mundial, no lograrán doblegar la voluntad de lucha de los trabajadores por cambiar la sociedad, porque el hambre y la escasez de recursos no pueden esperar, por lo que veremos cada vez en mayor escala, por una parte, los grandes esfuerzos a la desesperada de los dirigentes de la burguesía de detener la rueda de la historia de la lucha entre las clases, y por el otro, se demostrará que las masas lucharán buscando resolver la crisis de la dirección del movimiento obrero, que en la actualidad se ha transformado en una verdadera crisis de la civilización humana y que solamente podrá ser resuelta con un programa auténticamente socialista, que inicie la transformación del caduco y corrupto modelo capitalista. No hay terceras vías como ha quedado demostrado una y otra vez.
El verdadero debate social que los partidos y sindicatos de izquierdas deberían poner sobre la mesa tendría que basarse en un análisis profundo de la realidad y en la búsqueda de un programa que rechace las etapas erróneas en las que siempre ha caído tanto el Reformismo como el Estalinismo, queriendo llevar a la práctica la teoría caduca de las dos etapas, (dejando siempre el socialismo para dentro de 30 años) que tantos fracasos ha cosechado pagando siempre los errores la clase trabajadora con su sangre. Es pues, urgente unificar una táctica de frente único de clase y una estrategia que se base en un programa de transición al socialismo que rompa con el modelo actual, que tendría que contemplar, como irrenunciables los siguientes puntos sociales que defendemos en la Enmienda anteriormente mencionada:
“EL PROGRAMA DE TRANSICIÓN PARA UN GIRO A LA IZQUIERDA QUE LA CLASE TRABAJADORA NECESITA:
1) Lucha contra la inflación. Escala móvil precios-salarios, con subidas y revisiones cada 3 meses.
2) Salario mínimo de 1.200 euros ya. Con menos no se puede vivir.
3) Contra la eventualidad y la precariedad, fijo a los 15 días.
4) Para dar paso a la juventud, jubilación a los 60 años, con contratos de relevo.
5) Jornada laboral continua de 35 horas semanales sin reducción salarial.
6) Frente a la crisis económica, intervención del gobierno en la economía: que no se cubran las pérdidas de las empresas privadas con dinero público. Nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas poniendo en peligro miles de empleos.
7) Reestructuración de las Oficinas de empleo, eliminando los subsidios y ofreciendo un trabajo en base a la creación de empresas públicas.
Los capitalistas españoles no invierten: inversión por parte del Estado en I+D, introducción de la robótica y nuevas tecnologías para garantizar los puestos de trabajo.
9) Lucha firme contra la discriminación de la mujer, exigiendo el cumplimiento de “a igual salario, igual trabajo”, sin excepción.
10) Educación: Incorporación de los centros concertados a la Educación Pública, que será única, gratuita, laica, de calidad y científica, incrementando hasta un 7 % del PIB los presupuestos.
11) Sanidad: Incremento de los recursos para la Sanidad Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y mejorar la atención sanitaria global.
12) Plan de construcción de UN MILLÓN de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, fuertemente endeudadas, para gestionarlas democráticamente. La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos.
13) Modificación de la Ley de Partidos para hacerla completamente democrática, permitiendo la libre creación de cualquier partido excepto los fascistas. Prohibición de las manifestaciones xenófobas. Garantía plena de todos los derechos, como el de reunión, expresión, asociación, libre sindicación para los cuerpos se seguridad del Estado y Ejército, con derecho de manifestación y de Huelga. Depuración de elementos reaccionarios del aparato del Estado, y democratización plena de las academias militares.
14) Por el derecho de Autodeterminación de las nacionalidades históricas.
15) Plenos derechos laborales como ciudadanos, para los inmigrantes, para lo que hay que derogar la actual Ley de Extranjería, introduciendo también cambios que favorezcan el asilo político.
16) Poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro de una minoría. Para lo que se decretará la nacionalización de la banca, latifundios y los monopolios, indemnizando a los pequeños accionistas necesitados, y poniendo estos recursos bajo control de los trabajadores, para evitar la corrupción y los despilfarros. Así se planificaría democrática y científicamente la producción poniendo la economía al servicio de la sociedad, cumpliendo la aspiración del programa inicial del PSOE, que es “la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes”, como defendían Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y UGT”.
AREA DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE DE ANDALUCÍA.
is-psoe.malaga@terra.es
http://ispsoemalaga.org
Nuestra corriente sigue insistiendo que los trabajadores necesitamos un programa auténticamente socialista y una dirección firme que luche por llevarlo a cabo. Esto, democráticamente sería posible, si nuestra corriente, que todavía es minoritaria en el PSOE, contara con unos cuantos millares de militantes más, y contásemos además, con el apoyo de varios millones de afiliados, militantes y simpatizantes que nos dieran su confianza, así como el empuje del movimiento sindical y juvenil. Democráticamente es posible de esa forma, ganar la mayoría del Congreso para aplicar las conquistas programáticas que la clase trabajadora necesita para construir entre todos el socialismo que defendemos en la Enmienda que se ha presentado a través de IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA que ha resultado aprobada en varias Agrupaciones de la Provincia, que también se asumió por la Coordinadora Federal de IS-PSOE en la Asamblea de Madrid del 25-5-08 a propuesta de la Asamblea de Málaga del 18-5-08.
Nuestros análisis, como hemos planteado en el documento aprobado por la Asamblea (pinchar en:
http://ispsoemalaga.org/2008/05/20/congreso-psoe-enmienda-de-sustitucion-al-apartado-i-globalizacion-economica-nuevo-modelo-productivo-y-estado-dinamizador/
difieren en lo esencial con la ponencia oficial, por lo que hemos aportado esta enmienda de sustitución porque entendemos que la crisis económica, social y política en la que hemos entrado está afectando ampliamente las relaciones de la burguesía con la clase trabajadora, crisis que puede profundizarse y derivar en una recesión con convulsiones sociales virulentas.
Si no se toman las medidas político-sociales adecuadas, esto puede ser muy grave para los intereses de los trabajadores, pues la intención de la burguesía es descargar la crisis sobre las espaldas de los económicamente más débiles, que es la clase trabajadora y los pobres. Es por tanto, imprescindible seguir luchando por el cambio social.
Unos de los obstáculos principales que nos encontramos en el camino de la transformación socialista de la sociedad, es sin duda, desde hace tiempo, el carácter reformista y oportunista de algunas de las direcciones de los partidos de la izquierda, que son completamente incapaces, por su infiltración pequeño-burguesa, (y a veces, digámoslo claro, por su defensa de unas políticas liberales ajenas al socialismo) de ofrecer una alternativa firme de cambio de sistema favorables a nuestra clase.
La crisis, se niegue o no, ha llegado y la clase trabajadora de todos los países muestra ya una inquietud muy profunda y observamos ya a millones de personas que presionan en una lucha feroz contra sus burguesías respectivas, exigiendo una salida a la cuestión social, pero ven un obstáculo en sus direcciones que les obstruyen el camino, debido a su enorme aparato burocrático cuyos intereses se difuminan con los de la burguesía, habiéndose convertido en conservadores, yendo al culo del movimiento obrero y no a su vanguardia, como debiera ser.
Los trabajadores del Estado Español, durante la transición hicieron una serie de tentativas heroicas que les hubiese permitido tomar el poder y la dirección de la sociedad, poniendo las bases para la transición hacia una verdadera sociedad socialista, democrática y autogestionada, pero fue la incapacidad de las direcciones de todos los partidos de la izquierda, tanto los llamados revolucionarios, como los reformistas, incluyendo en éstos al PCE y al PSOE, los que actuaron de freno, con la vieja “copla” de primero la democracia burguesa y más tarde el socialismo.
Ahora que se habla tanto de los 40 años del Mayo del 68, en Francia, recordamos cómo la poderosa clase trabajadora y los estudiantes, con la Huelga General Pacífica, las ocupaciones de fábricas, tomando el poder en sus manos, hizo colapsar al sistema y demostró muy a las claras que los trabajadores estaban dispuestos a derribar el capitalismo porque fuerzas les sobraba. No obstante, las direcciones de los partidos de la izquierda, estalinistas, anarquistas, socialistas, sindicalistas y demás, no estuvieron a la altura de las circunstancias, devolviendo el poder a la burguesía, cuando la clase trabajadora lo dominaba todo.
La oleada de luchas sin precedentes de los años 70, con huelgas, ocupaciones, formación rápida de nuevos sindicatos con un crecimiento prodigioso, tanto cuantitativa como cualitativamente, expresaban las aspiraciones de las masas, que querían cambiar la sociedad, que lucharon una y otra vez “Por el Cambio”, estando dispuestos a llevar a cabo la misión que la historia les tiene asignada, pero las direcciones con su política de pactos y consensos, descarrilló ese importante intento de ir directos al socialismo con democracia obrera.
El giro hacia la derecha experimentado por la cúpula del PCE y del PSOE en esa década, aceptando un compromiso claro del orden burgués, jugando un papel claramente anti-obrero, que no sólo se dio en el Estado Español, sino en el mundo entero, creó unas dificultades enormes a la clase trabajadora para buscar el camino del socialismo, cuando sus propias direcciones les decían que no podía ser.
En la actualidad, bajo la presión de la crisis económica, de la inflación que se come los salarios, del paro forzoso, que aterroriza a los trabajadores y los deja arrumbados como una colilla, de las guerras, de las hambrunas y la explotación, vemos el resurgir del movimiento obrero, cuya orientación está determinada, por una parte, por las propias condiciones objetivas del capitalismo en descomposición, sus corrupciones y su degeneración, y por otra parte, por la política inservible de las actuales direcciones reformistas que es preciso cambiar.
Analizando estos dos factores fundamentales, vemos que el primero, o sea, las crisis cíclicas del sistema capitalista, no han desaparecido como nos querían hacer creer los reformistas que habían acoplado sus análisis a los de los estrategas de la burguesía, sino que se presenta ahora con más virulencia por las trampas y actuaciones improcedentes en la marcha de la economía, poniendo a las claras que las leyes de la economía y de la historia son más poderosas que los deseos de los aparatos burocráticos del reformismo y de la burguesía juntos, pues la crisis ha llegado y la recesión está detrás de la puerta. En cuanto al factor subjetivo, es preciso seguir construyendo y fortaleciendo una verdadera dirección que esté a la altura del momento requerido.
Hagan lo que hagan los gobiernos en este atolladero de crisis mundial, no lograrán doblegar la voluntad de lucha de los trabajadores por cambiar la sociedad, porque el hambre y la escasez de recursos no pueden esperar, por lo que veremos cada vez en mayor escala, por una parte, los grandes esfuerzos a la desesperada de los dirigentes de la burguesía de detener la rueda de la historia de la lucha entre las clases, y por el otro, se demostrará que las masas lucharán buscando resolver la crisis de la dirección del movimiento obrero, que en la actualidad se ha transformado en una verdadera crisis de la civilización humana y que solamente podrá ser resuelta con un programa auténticamente socialista, que inicie la transformación del caduco y corrupto modelo capitalista. No hay terceras vías como ha quedado demostrado una y otra vez.
El verdadero debate social que los partidos y sindicatos de izquierdas deberían poner sobre la mesa tendría que basarse en un análisis profundo de la realidad y en la búsqueda de un programa que rechace las etapas erróneas en las que siempre ha caído tanto el Reformismo como el Estalinismo, queriendo llevar a la práctica la teoría caduca de las dos etapas, (dejando siempre el socialismo para dentro de 30 años) que tantos fracasos ha cosechado pagando siempre los errores la clase trabajadora con su sangre. Es pues, urgente unificar una táctica de frente único de clase y una estrategia que se base en un programa de transición al socialismo que rompa con el modelo actual, que tendría que contemplar, como irrenunciables los siguientes puntos sociales que defendemos en la Enmienda anteriormente mencionada:
“EL PROGRAMA DE TRANSICIÓN PARA UN GIRO A LA IZQUIERDA QUE LA CLASE TRABAJADORA NECESITA:
1) Lucha contra la inflación. Escala móvil precios-salarios, con subidas y revisiones cada 3 meses.
2) Salario mínimo de 1.200 euros ya. Con menos no se puede vivir.
3) Contra la eventualidad y la precariedad, fijo a los 15 días.
4) Para dar paso a la juventud, jubilación a los 60 años, con contratos de relevo.
5) Jornada laboral continua de 35 horas semanales sin reducción salarial.
6) Frente a la crisis económica, intervención del gobierno en la economía: que no se cubran las pérdidas de las empresas privadas con dinero público. Nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que ahora declaran pérdidas poniendo en peligro miles de empleos.
7) Reestructuración de las Oficinas de empleo, eliminando los subsidios y ofreciendo un trabajo en base a la creación de empresas públicas.
Los capitalistas españoles no invierten: inversión por parte del Estado en I+D, introducción de la robótica y nuevas tecnologías para garantizar los puestos de trabajo.
9) Lucha firme contra la discriminación de la mujer, exigiendo el cumplimiento de “a igual salario, igual trabajo”, sin excepción.
10) Educación: Incorporación de los centros concertados a la Educación Pública, que será única, gratuita, laica, de calidad y científica, incrementando hasta un 7 % del PIB los presupuestos.
11) Sanidad: Incremento de los recursos para la Sanidad Pública, con el objetivo a corto plazo de eliminar las listas de espera y mejorar la atención sanitaria global.
12) Plan de construcción de UN MILLÓN de viviendas sociales; municipalización del suelo urbano para liberar suelo barato. Nacionalización de las grandes empresas constructoras, fuertemente endeudadas, para gestionarlas democráticamente. La Vivienda es un Derecho de la ciudadanía, no un negocio de especuladores y corruptos.
13) Modificación de la Ley de Partidos para hacerla completamente democrática, permitiendo la libre creación de cualquier partido excepto los fascistas. Prohibición de las manifestaciones xenófobas. Garantía plena de todos los derechos, como el de reunión, expresión, asociación, libre sindicación para los cuerpos se seguridad del Estado y Ejército, con derecho de manifestación y de Huelga. Depuración de elementos reaccionarios del aparato del Estado, y democratización plena de las academias militares.
14) Por el derecho de Autodeterminación de las nacionalidades históricas.
15) Plenos derechos laborales como ciudadanos, para los inmigrantes, para lo que hay que derogar la actual Ley de Extranjería, introduciendo también cambios que favorezcan el asilo político.
16) Poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro de una minoría. Para lo que se decretará la nacionalización de la banca, latifundios y los monopolios, indemnizando a los pequeños accionistas necesitados, y poniendo estos recursos bajo control de los trabajadores, para evitar la corrupción y los despilfarros. Así se planificaría democrática y científicamente la producción poniendo la economía al servicio de la sociedad, cumpliendo la aspiración del programa inicial del PSOE, que es “la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes”, como defendían Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y UGT”.
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