viernes, 8 de febrero de 2008

LA VERDAD DE LA PROPUESTA DEL PP

Blog: La sombra de Aznar



El Partido Popular se ha convertido en un reflejo fiel y exacto del partido republicano americano, una especie de bunker neocon que se nutre del miedo y el engaño masivo para adoctrinar a las capas de la población menos doctas y viscerales. Su última campaña contra la inmigración, enmascarada en un contrato social de dudoso encaje práctico y constitucional supone una nueva andanada hipócrita de los populares en la búsqueda del voto obrero descontento con el fenómeno migratorio. Es legítimo plantear esta temática que sin duda preocupa a los españoles, lo que no es tan leal es ligar delincuencia con inmigración para demonizar a un sector de la población esencial para nuestro crecimiento económico y democráfico.

El colmo del cinismo sobreviene cuando Rajoy y sus acólitos hablan de seguridad y políticas de inmigración. El recorrido de estos señores ha quedado en la estadísticas y en las hemerotecas, para su desgracia, por lo que ha llegado el momento de recordar la acción de gobierno de los ejecutivos del señor Aznar donde el actual líder popular tuvo responsabilidades de gobierno. Políticas de seguridad e inmigración, controles en las aduanas y peso de los inmigrantes en nuestra sociedad. He aquí el dossier que desacredita la propuesta de Mariano Rajoy Brey:

POLÍTICAS DE SEGURIDAD



- Durante los gobiernos de Aznar el gasto del Estado, el esfuerzo presupuestario público en seguridad ciudadana cayó considerablemente. Pasó de suponer en 1996 el 0,63 a situarse en el 0,49 del PIB en 2004. Una caída, prácticamente, del 20 por cien en los recursos dedicados a seguridad. Y Mariano Rajoy, Astarloa y Arias Cañete callaban.

- Otro rasgo que caracteriza la política de seguridad del PP, fue la disminución continuada del número de Agentes de Policía del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. En concreto, en Policía Nacional, se pasó de tener una plantilla de 52.000 en 1996 a menos de 44.000 en 2004. En 1996 había más efectivos de policía en la calle que en 2004 mientras crecíamos en algunos millones en población desde entonces. Y Mariano Rajoy, Artarloa y Arias Cañete callaban.

- Oferta de empleo público de Policía y de Guardia Civil: en 2001 se ofertaron 5.400 plazas; en 2002, 6.587; en 2003, 6.707; en 2004, 7.335. Y cuando llega este Gobierno, oferta pública de empleo: 10.600 plazas, cada año, para la Policía y la Guardia Civil, para recuperar el déficit que arrastrábamos de unas ofertas de empleo público insuficientes que deterioraron claramente la seguridad ciudadana. Ni siquiera se cubrían las bajas por jubilación.

- Mientras tanto se promocionaba la seguridad privada (muchos cargos del PP se dedicaron empresarialmente a este sector) y el delegado del gobierno en Madrid tras una feroz campaña de asaltos a chalets en 2003 (el año de mayor indice de criminalidad de los últimos años) llegó a decir que "quien quiera seguridad que se la pague". Y Mariano Rajoy, Astarloa y Cañete callaban. Algunos datos sobre el sector privado de seguridad:

-En 2004, el sector aglutinaba a 1074 empresas,
-El número total de trabajadores supone 144.308, de los cuales 113754 son vigilantes.
-Entre 2001 y 2003 el número de vigilantes creció un 18 por cien (de 87496 a 103.699) – La vigilancia y no otros servicios (transporte de fondos, alarmas) supone el 64 por cien del total de la facturación
-Desde el punto de vista económico hay que tener presentes tres datos básicos:
1. El sector facturó 2781 millones de euros en 2003 (Holanda: 1070; Portugal 450; Suecia: 550; Bélgica 525 y Austria 210)
2. Representa ya el 0,37 del PIB
3. El crecimiento de la cifra de negocio entre el año 1999 y 2003 ha sido muy intenso, superior a los 1100 millones de euros.

- La evolución de la tasa de criminalidad, es decir, la evolución de los delitos y faltas conocidos en los años de gobierno del PP ha sido creciente. En términos absolutos, se pasó de un total de 1695.000 infracciones penales a más de 1985.000; lo que supone un crecimiento de la criminalidad conocida por las FCSE superior al 17 por cien. En términos relativos, el número de infracciones por cada 10.000 habitantes, pasó de estar en 3,9 en 1995 a 4,79 en 2002, lo que supone un incremento del 20,9 por ciento. Y Mariano Rajoy, Astarloa y Cañete callaban.

- Es necesario considerar también que, el crecimiento general del número de delitos, supuso en particular el crecimiento de los delitos más violentos, que son los que más alarma social crean. Concretamente, se puede hablar de una muy clara tendencia al alza en los delitos contra las personas, que aumentan el 76 por cien durante los gobiernos Aznar. Pasando de 13.838 en 1995 a 24.364 en 2003. Dando una vuelta de tuerca más a la cuestión, y analizando el tipo de delitos, podemos comprobar que en materia de muertes violentas (homicidios y asesinatos) se pasó de 813 en 1995 a 1366 en 2003. Lo que supone un incremento porcentual del 68 por ciento. Y Mariano Rajoy, Astarloa y Arias Cañete callaban.

- Así el Partido Popular fracasó estrepitosamente en materia de seguridad ciudadana debido principalmente a dos factores. Un factor determinante del fracaso, fue el abandono intencionado de la política de seguridad ciudadana. Un abandono cuyo objetivo no era otro que promover un cambio de modelo. Un cambio de modelo que consistía fundamentalmente en provocar la reducción de la dimensión del aparato de seguridad del Estado, con el fin de propiciar el aumento del papel de la seguridad privada en España. Y Mariano Rajoy, Astarloa y Cañete callaban.

POLÍTICAS DE INMIGRACIÓN

- En 1996 cuando Aznar llegó al poder teníamos 542.000 inmigrantes empadronados en España; cuando dejó el poder la cifra superaba los 3.600.000, estimándose además que durante esos 8 años la inmigración ilegal ha llegado a suponer 1.500.000 de irregulares más respecto a 1996.

- Los gobiernos de Aznar llevaron a cabo varios procesos de regularización, tantos y tan desorganizados que aún no sabemos cuantos fueron exactamente, si 4 o 5. En el año 2000, regularizaron a 163.352 personas; en tres procesos distintos, en 2001, regularizaron a 295.539 personas; y a través de los contingentes, entre 1997 y 1999, regularizan a más de 80.000 personas.

Gracias al proceso de regularización tenemos a 600.000 inmigrantes que estaban en la irregularidad y que ahora cotizan y contribuyen a la caja de la seguridad social como cualquier otro español. ¿Qué se hace con 600.000 personas trabajando irregularmente en un país? ¿Podemos dejarles en la irregularidad? Es la opción que tomaron los gobiernos del PP. Lo único que consiguieron fue que los que llegaban trabajasen también irregularmente y, por lo tanto, sin tributar ni cotizar, potenciando la economía irregular y la competencia desleal frente a los trabajadores españoles o los extranjeros legalmente residentes. el PP prefiere olvidar que gracias al proceso 577.000 inmigrantes cotizan a la Seguridad Social y son trabajadores con obligaciones y derechos que han salido de la economía sumergida.

La diferencia es que el proceso de regularización actual se ha basado en una serie de premisas que no se cumplían en los años Aznar:

- No se revisaban los antecedentes penales de quienes solicitaron regularizarse, a pesar de su preocupación por la delincuencia; el proceso de normalización actual ha exigido la inexistencia de antecedentes en España y en su país de origen.

- En esos procesos y que era objeto de tráfico entre los inmigrantes o por partes de redes de fraude; la normalización de 2006 ha exigido un contrato en vigor y alta en la Seguridad Social de manera ordenada, no desordenada, como se hicieron las anteriores, cuando gobernaban.

Esas regularizaciones que hicieron no significaban que aflorara la economía irregular, sino simplemente que se presentaran ofertas irreales; la normalización de 2006 ha elevado en más de 500.000 personas los cotizantes a la Seguridad Social porque se ha hecho correctamente.

- A pesar de la reticencias en principio de la Unión Europea, una vez culminado el proceso de regularización empezaron a llover elogios por lo exitoso del mismo. El comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, el checo Vladimir Spidla, afirmó que la regularización extraordinaria de trabajadores inmigrantes realizada por España arroja resultados «a la altura de las circunstancias» y constituye un ejemplo para el resto de Estados miembros. Estimó que la iniciativa del Gobierno español de regularizar a cerca de 700.000 inmigrantes que trabajan ya en España sin papeles, fue «muy valerosa» y se ha demostrado eficaz. «Desde mi punto de vista, los resultados están a la altura de las circunstancias. Deberíamos todos imitar a España», afirmó el comisario.

- Alemania y Holanda comunicaron el pasado mes de marzo al resto de países de la UE su intención de regularizar a decenas de miles de inmigrantes que viven desde hace más de un lustro en ambos países. Fue la primera vez que un Estado europeo informaba a los demás de sus planes de regularización, exigencia nacida después de que España pusiera en marcha el proceso de normalización de 2005. La regularización española suscitó numerosas críticas, y las más duras fueron formuladas precisamente por Alemania y Holanda, que ahora cambian su política migratoria.

VIGILANCIA FRONTERIZA

- En el año 2004 en los aeropuertos de este país había 823 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para el control de nuestras fronteras. Ya solo en el año 2005, con los primeros presupuestos socialistas, en los aeropuertos de este país hay 1.279 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para el control de nuestras fronteras.

- Lo más grave es que del año 2000 al año 2004 en los aeropuertos de este país para el control de la entrada de extranjeros irregularmente pasamos de 858 a 823 agentes; menos efectivos en nuestros aeropuertos durante la última legislatura de Aznar. Así entraron esos centenares de miles de trabajadores a través de la irregularidad en nuestro país. Y Mariano Rajoy, Astarloa y Arias Cañete callaban.

- En el año 2004 había 141 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para el control de esas fronteras. En el año 2005 hay 236 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para el control de esas fronteras. En el año 2000 bajó de 190 a 141 el número de empleados públicos para el control de la frontera en Francia. Y Mariano Rajoy, Astarloa y Arias Cañete callaban.

Fuentes: Ministerio del Interior, Ine.


¿QUÉ PASARÍA SI LOS INMIGRANTES PARARAN? (artículo aparecido en el periodico de Catalunya)


Imaginad una España sin inmigrantes en la que la fruta de los árboles se pudriría porque nadie la recoge, donde las obras se quedarían sin peones, los restaurantes sin camareros, las ciudades sin mensajeros y las casas sin nadie que cuide de los niños o los abuelos. Su fuerza laboral es básica para nuestra economía y calidad de vida. En EEUU los latinos pararon un día para demostrarlo. Aquí no hace falta...

La comunidad latina de Estados Unidos llamó hace no mucho a sus casi 50 millones de miembros -el 15% de la población del país-, entre censados e irregulares, a mantener una huelga simbólica para pedir más dignidad y respeto a su trabajo. Aunque, en realidad, sea una demostración de fuerza para presumir que pueden estrangular la actividad diaria norteamericana.

La idea da que pensar. ¿Qué pasaría si los cuatro millones de inmigrantes que viven en España hiciesen lo mismo? Es posible que al supermercado de la esquina no llegase a tiempo la fruta, que nadie recoja la basura de su portal, que la reforma de su casa nueva se detenga, que no pueda comer en un restaurante porque no hay cocinera o camareros o que nadie vaya a por sus hijos al colegio.

A nivel global, el impacto sería mayor. Nadie recogería la fruta de los árboles o las lechugas de los invernaderos del sur; las más de 400.000 viviendas que se están construyendo en nuestro país se paralizarían; el sector de la distribución de mercancías entraría en colapso... El 80% de la actividad primaria de nuestro país está en sus manos. En contraste, su ausencia no afectaría a los sectores estratégicos: energía, comunicación, finanzas, etc. Pero todos los empresarios reconocen que, sin su ayuda, la prosperidad de sus negocios se vería afectada y, en muchos casos, ni siquiera existirían.

Como señala Alfonso Jiménez, coordinador del libro Inmigración y empresa, «es una temeridad que una empresa española, de cualquier sector, no se plantee una estrategia de contratación de inmigrantes. Hoy son necesarios en los puestos menos cualificados, pero en cinco o 10 años lo van a ser también en los cualificados».

En esta década, España se ha convertido en uno de los principales países receptores de inmigración del mundo. Un fenómeno que está siendo estudiado en las principales universidades del planeta. En términos económicos, el balance es más que favorable. Un estudio realizado por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, José Vicens, asegura que por cada euro que se invierte en ellos revierten a nuestra economía 12.

Y a pesar de ganar un 30% menos que sus homólogos nacionales; a pesar de que la cuarta parte vive de la economía sumergida; a pesar de ahorrar lo suficiente para mandar a su países 3.000 millones de euros anuales; a pesar de que su rendimiento laboral es un tercio superior al de los españoles; a pesar de que las pensiones están aseguradas para varios años por su contribución a las arcas de la Seguridad Social, todavía hay quien piensa que los inmigrantes en España no son necesarios.

Construcción

Las grandes obras públicas y la construcción de cientos de miles de viviendas se pararían. 475.000 obreros. Oficialmente, los extranjeros son el 21% de la mano de obra. Al menos el 44% de los foráneos está en la economía sumergida. Entre los «legales», la diferencia salarial con los españoles es de 1.000 euros año.

«El impacto de esta mano de obra en nuestra economía es mucho mayor de lo que pensamos. Y la construcción es el motor de la economía que, en Madrid, creció el año pasado un 4%. Si ellos no estuviesen aquí, el sector se estrangularía porque no hay españoles que hagan ese trabajo», afirma Ignacio Niño, coordinador de Economía del Ayuntamiento de la capital.

Vivienda

Peor incluso que el colapso de la M-30 madrileña sería la paralización del medio millón largo de viviendas que se están construyendo en nuestro país. Según la Confederación Nacional de la Construcción, sería imposible acabarlas sin la mano de obra extranjera. Las consecuencias serían brutales: los españoles debemos a los bancos medio billón de euros por los préstamos pedidos para comprar esos pisos. ¿Qué pasaría si no se terminan?

El paro también llegaría al público medio. Consuelo no encuentra un pintor español que le acabe la reforma de su casa por menos del doble de lo que le cobraba Igor, un polaco, profesor de música en su país, reconvertido al oficio por necesidad. Y a Matías, un panadero de Burgos, se le ha ido Ahmed, el marroquí que le ayudaba a acabar su chalé los fines de semana. Hoy se han dado cuenta de lo imprescindibles que son.

Agricultura

Si ellos no recogiesen la fruta o no trabajasen en los invernaderos del campo, nadie lo haría. Comemos gracias a ellos. Oficialmente representan el 21,35% del sector pero en algunas comunidades del sur son más de la mitad de los trabajadores. Los 300.000 inmigrantes que laboran en el campo aportan el 2% del PIB.

Colapso

El sector agrícola es, sin duda, el más afectado por el paro de los inmigrantes, que ocupan más del 21% de las afiliaciones a la Seguridad Social. Aunque, en realidad, son más del doble. Sencillamente: no existiría si no fuese por sus brazos. No ha pasado tanto tiempo desde que eran los emigrantes españoles los que acudían en masa a la vendimia francesa. En un país de tanta tradición agrícola como éste, ahora es casi imposible encontrar a alguien nacional para trabajar. Es el mismo caso de los aceituneros andaluces o los fruteros de Aragón o Cataluña. Todos ellos son los principales clientes del cupo de inmigrantes, un registro creado por la Administración para facilitar y regular a los empresarios la contratación de mano de obra extranjera.

La crisis agrícola se extiende también al centro de las ciudades. Cualquier alteración en el mercado haría subir los precios de un día para otro. Unos días más de huelga y el kilo de tomate subiría, automáticamente, un euro de media en la época en la que cuestan menos. Sólo en Madrid, la cuarta parte de las fruterías, regentadas por suramericanos, cerraría.

Servicios

Cuidan de nuestros hijos, de nuestros mayores, recogen nuestra basura y limpian nuestros espacios. Asistencia. Dos de cada tres empleadas domésticas son extranjeras. En 10 años más de la mitad de la limpieza industrial la realizarán inmigrantes. La mayoría de los 350.000 empleos que creará la ley de dependencia serán desempeñados por foráneos.

«La actividad no quedaría paralizada, pero el desaguisado sería importante», asegura Alfonso Gordon, director de recursos humanos del gigante de los servicios Eulen (limpieza, telemarketing, mantenimiento, asistencia sociosanitaria a domicilio, seguridad...). De él depende uno de cada 500 trabajadores que hay en España. El 5,3% de su plantilla es extranjera, pero en ciudades como Madrid ya son el 22%, más de uno de cada cinco. Entre el 12 y el 17% de las personas que se dedican a la limpieza industrial en España nacieron en otro país.

El grupo Eulen es también el principal proveedor de servicios de asistencia a domicilio del Ayuntamiento de Madrid. El 30% de las personas que reciben este tipo de ayuda -en su mayoría ancianos- en la capital quedarían desatendidas. «A ver quién le iba a limpiar el culo a los viejitos», apunta Claudia Somaya, una asistente colombiana especializada en esta labor.

Cuidadoras

Rosa Borrás pertenece al colectivo del 55% de madres españolas que trabajan. Sus hijos salen a las cinco de la tarde del colegio al que van, en el barrio valenciano de la Malvarrosa, y Aline, la chica ecuatoriana que les atiende, no irá hoy a recogerlos. Rosa tendrá que pedir un permiso especial para salir antes de su oficina de estudios de mercado si no consigue localizar a su madre. En esta situación está el 75% de las madres españolas con hijos en edad escolar porque tres de cada cuatro cuidadoras son extranjeras.

En el sector doméstico ya se ha visto cómo los españoles han dado la espalda a las labores que no gustan. Casi el 70% de los trabajadores afiliados en el régimen especial de la Seguridad Social -unas 400.000 personas- son extranjeros. Si no trabajasen, la única solución sería crear más guarderías públicas que en España apenas llegan al 8% del total de las plazas. La cobertura en Dinamarca, por comparar, alcanza el 44%.

Distribución

Los productos de primera necesidad costarían más al consumidor si no trabajasen. Terceros más afectados. Tras construcción y agricultura, la distribución sería el sector más perjudicado. Los extranjeros realizan hasta un tercio del total del trabajo. Copan la mitad de nuevas contrataciones. Algunos costes se multiplicarían por cinco.

Hoy no ha habido madrugón. Mercamadrid, el mayor mercado de España, ha amanecido con legañas y con un tercio menos de movimiento. Ni los inmigrantes que trabajan, ni los que vienen a comprar han aparecido a las tres de la mañana como todos los días. En cifras supone que 7.000 de las 20.000 personas que a diario deambulan por los inmensos hangares del recinto se han quedado esta madrugada en la cama.

Aquí se mueven todos los días 10.000 toneladas de productos -un millón de euros cada mañana-, que sirven para abastecer a los cinco millones de habitantes de la Comunidad madrileña y a cientos de miles de las dos Castillas. Pero sin extranjeros para descargar y distribuir los camiones, este volumen se reduce a la mitad. Con este paro, los colegios se quedarían sin manzanas en su menú escolar y muchos restaurantes tendrían que tirar del pescado congelado porque el fresco aguarda a que vengan los peruanos a estibarlo y clasificarlo por 1.000 euros al mes.

«Desde luego, los inmigrantes son absolutamente necesarios. Sin ellos este mercado funcionaría a la mitad. Y que quede claro que no están quitando el trabajo a los españoles. Porque, sencillamente, cubren puestos que nadie quiere», asegura Luis Blázquez, director de Mercamadrid. Para Alfonso Jiménez, coordinador del libro Inmigración y empresa, «este sector sería el tercero más afectado si pararan, por detrás de la construcción y la agricultura».

Sin recados

Y si la comida no se distribuye, lo mismo pasa con los recados. El 20% de los mensajeros motorizados de empresas como MRW y SEUR también son inmigrantes. Realizan una media de 30 viajes al día. Para casos de urgencia -envíos a hospitales, certificados judiciales, etc.- las empresas u organismos tendrán que contratar taxis. Tardarán mucho más y el precio se multiplicaría por cinco.

En los supermercados del Grupo Caprabo -3.000 millones de euros de facturación- más del 8% de sus 20.000 empleados son inmigrantes de más de 50 países. «Hoy, un paro de todos nuestros trabajadores extranjeros sólo significaría que tendríamos un 8% de absentismo, pero sí que es verdad que tenemos cada día más», explica Vera Baena, directora de organización del área de recursos humanos.En alguno de sus programas de formación el porcentaje de aprendices viene estando en torno al 50% desde hace dos años.

Hostelería

Muchos restaurantes se quedarían sin cocineros, camareros y nadie le llevaría una pizza a su casa. La cuarta parte. De los 800.000 trabajadores del sector, casi 195.000 son extranjeros. En algunas cadenas de restaurantes el porcentaje supera el 50%. De media cobran 3.649 euros anuales brutos menos. Transportan el 60% de la comida a domicilio.

CONCLUSIÓN

El PP juega con tópicos que no se ajustan a la realidad. Hay una tendencia a asumir que la derecha es mucho más dura con la delincuencia y la inmigración ilegal que la izquierda, que suele ser demasiado blanda. En seguridad estabamos mejor con Gonzalez que con Aznar y de nuevo con Zapatero, otro presidente socialista, se vuelve a afrontar el problema de la inseguridad después de años de dejadez e incompetencia del PP. Se han aumentado las plantillas de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, las unidades judiciales, se han establecido mayores controles fronterizos y a día de hoy somos la envidía del resto de paises en materia de expulsión de inmigrantes ilegales (50% del total) gracias a los acuerdos con los países emisores.

La derecha tiene todo el empeño en trasladar a la opinión pública que vivimos en un Estado de Excepción, como si estuviesemos en Kabul o Babdag y salir a la calle fuese un peligro. Han lanzado consignas para criminalizar la inmigración que ellos tanto empeño pusieron porque fuera ilegal y barata para el lobby de la construcción. Fueron sus gobiernos los que permitieron que entrasen millones de inmigrantes sin ningún control para levantar el chiringuito inmobiliario y el sector servicios. Fueron ellos los que relajaron los controles en aeropuertos y aduanas para dotar de mano de obra barata (y sin derechos y obligaciones) para enriquecer a sus amigos empresarios. Es el colmo del cinismo que renieguen de sus propias prácticas políticas cuando en sus años acometieron varios procesos de regularización.

Es preciso que los ciudadanos conozcan y mediten todos estos datos a la hora de valorar lo que votan, pues seguramente muchos, votando al partido conservador por excelencia, estén confundiendose: estarán votando menos gasto público en seguridad, menos inversión pública y que haya menos policía en la calle; y que quien pueda, se pague seguridad privada. Ya es hora de desterrar esos falsos tópicos. Ya es hora de abandonar la xenofobia. Ni contratos ni contratas, solo existe la ley. Que los inmigrantes la cumplan como el resto de españoles. Solo existe la Constitución y la carta de derechos humanos. La inmigración es necesaria. Un respeto por favor señores de la derecha extrema. Gracias a los inmigrantes muchos de ustedes se han ahorrado impuestos para que hoy vayan en Mercedes y avión privado.

No hay comentarios: